Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

De historia y algo más

Asedio El destino de la humanidad no siempre se decidió en una batalla entre los ejércitos de los países participantes, muchas veces se decidió asediando a una ciudad, en el cual no sólo sufrían los soldados, sino también la población civil, a la que el hambre y las enfermedades causaban miles de bajas, en ocasiones, como en Leningrado, el número de civiles muertos ascendía a millones. Helena, una reina griega, fue secuestrada por el príncipe Paris, de Troya. Los griegos enviaron una armada de más de mil naves, pero al llegar a Troya comprobaron que sus muros eran inexpugnables. Los griegos no podían tomar la ciudad, y los troyanos no eran suficientes para repelerlos, por lo que se produjo un bloqueo de diez años. Finalmente los griegos se retiraron dejando tan solo un gran caballo de madera a las puertas de la ciudad. Con 15 m de longitud y 12 de altura, construido sobre una plataforma rodante, los troyanos pensaron que el caballo era una ofrenda a los dioses griegos y para celebrar la victoria lo introdujeron en la ciudad. Tras varias horas de espera, treinta soldados griegos ocultos en su interior salieron del caballo, mataron a los guardias y abrieron las puertas por las que penetraron los ejércitos griegos que habían permanecido ocultos. La ciudad fue destruida y todos sus habitantes exterminados. Los fenicios fundaron Cartago que pronto se convirtió en un imperio comercial y marítimo que dominaba todo el Mediterráneo. Pero en el siglo III a.c. surgió una nueva potencia, Roma, que pretendía ocupar su puesto. Y para ello era preciso destruir Cartago. Tras un siglo de guerras y enfrentamientos, en el año 149 a.c., 80,000 soldados romanos llegaron ante la ciudad y pidieron que la ciudad abriese sus puertas y se rindiese. Los cartagineses se negaron y comenzó el asedio de Cartago. Cartago estaba fortificada con 37 Km de murallas de 14 metros de altura. En su interior había 20,000 soldados, junto con 300 elefantes norteafricanos, y sus 500,000 habitantes convirtieron la ciudad en una gigantesca fábrica de armas. Incluso las mujeres se cortaron los cabellos para fabricar cuerdas para las catapultas. Escipión Emiliano se hizo cargo del asedio el cual duro tres años y logró aislar completamente la ciudad, que presa del hambre y las enfermedades sucumbieron ante los romanos que al final consiguieron entrar. Al cabo de siete días los romanos recibieron la del senado la orden de destruir la ciudad por completo. La ciudad fue incendiada, un fuego que duró 17 días tragándose a toda la población en el infierno. Los pocos supervivientes cartagineses fueron vendidos como esclavos. Y su cultura desapareció para siempre. En México y en la actualidad varios lugares del país se encuentran bajo asedio, el aliado electoral del partido en el poder la CNTE, tiene bloqueadas las vías férreas que conectan los puertos marítimos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, afectado las exportaciones vía marítima y los suministros de materia prima, también tienen bajo asedio a la Ciudad de Morelia y a la Ciudad de Oaxaca, buscando acabar con la actividad turística de esas ciudades, Mexicali esta asediada por personas que impiden a toda costa inversiones privadas y extranjeras, ¿el gobierno federal seguirá utilizando la Biblia para acabar con estos asedios? o ¿la población y la economía seguirán sufriendo las consecuencias del mismo? *- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados