De historia y algo más
Subsidios II A los subsidios también se les conoce como el mecanismo opuesto a los impuestos. Lamentablemente en México nadie hace lo que le corresponde, el gobierno no gobierna, los medios no informan, los periodistas no investigan, los maestros no enseñan y por supuesto los ciudadanos, no pagan impuestos, el problema estriba en que estos últimos que son la base de los demás, no lo quieren aceptar. Los gobiernos en Mexico y al más puro estilo de Robín Hood, de los impuestos recaudados subsidia: la gasolina, el diésel, la luz, el agua, el transporte público en la CDMX, el campo, el programa oportunidades, desayunos escolares, becas educativas, la pensión para los adultos mayores, los fondos para emprendedores, el programa de empleo temporal, las guarderías o estancias infantiles, en fin, una lista interminable de subsidios a los que nuestro gobierno nos tiene acostumbrados. Mexico es un país extraño, si trabajas pagas impuestos, si no trabajas el gobierno te mantiene. Una de las funciones principales del gobierno es distribuir la riqueza, velar por la mayoría de los ciudadanos y proteger a los desprotegidos no a los holgazanes, a aquellos que como en la antigua Roma esperan la Annona o el subsidio gubernamental para subsistir sin trabajar. Así podríamos seguir desglosando subsidios que el gobierno tiene y por lo tanto ha fomentado, el patriarcado y el letargo en algunos sectores de nuestra sociedad, el espíritu de los subsidios y de los impuestos es lo contrario, que pague el que más tiene y que se le subsidie al que menos tiene. Un caso patético es el vender los bienes de la nación para financiar el gasto social, en el discurso suena bien, pero ¿qué va a suceder con ese gasto cuando ya no se tenga nada que vender?, ¿se expropiaran bienes privados para seguir financiando el mentado gasto social? Generalmente la aplicación de subsidios específicos al consumo o a la producción de un producto cualquiera, tiene su origen en la intención de los gobiernos de alcanzar metas sociales, o bien favorecer (por distintas razones) a determinadas personas, actividades o zonas de un país. El subsidio es toda aquella prestación pública asistencial de carácter económico, con una duración determinada y enfocada a un grupo específico de la población. Es una ayuda económica que se presta con un fin definido, por un tiempo delimitado a un grupo en particular. Los subsidios existen para garantizar el consumo de bienes necesarios en poblaciones empobrecidas o para garantizar la sobrevivencia de un sector económico estratégico. Bajo ese criterio, los subsidios generalizados fallan, ya que se mal acostumbra a la población a no pagar el costo real de un bien o servicio, y al no respetar las leyes de la oferta y la demanda que ofrecen el libre mercado, genera un gasto infinito e incosteable a la administración pública federal. Desgraciadamente, debido a los enormes intereses político-electorales que rodean estas cuantiosas cifras misteriosas, jamás se atreverán a quitarlos o a reestructurar su uso. Como casi todas las medidas necesarias para una gestión eficiente y eficaz de la administración pública, resulta impopular e inviable políticamente hablando. Parafraseando a Juvenal, este pueblo perderá su interés por la política, ya no le importara quien gobierne, si es un emperador, dictador, guía espiritual o pastor, esperará la Annona y solo deseará con avidez dos cosas: pan y juegos de béisbol y futbol. *- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.
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