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Conciencia Ciudadana

¿Qué es el populismo? Un terrible mal con apariencia de bien, que hace de los ciudadanos dependientes y fácilmente manipulables a los planes del populista, sean éstos buenos o malos. Hay una anécdota interesante para entender cómo funciona: La fábula de Stalin y la gallina. Cuentan que en una reunión Stalin pide le traiga una gallina. Se la llevan, la toma del pescuezo y empieza a quitarle las plumas una por una, lo que sin poder escapar, le provoca muchísimo dolor. Una vez que le saca todas las plumas, pide Stalin maíz, y suelta la gallina. Ésta en lugar de huir de su agresor, sangrando, empieza a seguirlo comiéndose los granos de maíz que le va soltando. Entonces Stalin les dice: ¿Se han dado cuenta cómo funciona? No importa el dolor que ocasionemos a nuestra gente, lo importante es que al depender de nosotros, soltando migajas, planes sociales, ayudas sin pedir nada a cambio, les generamos una dependencia tal, que a pesar del dolor, continuarán apoyándonos. Así es como funciona el populismo. El populista inicia repartiendo dinero al por mayor, jóvenes, mujeres, abuelos. Baja uno que otro impuesto, echa a andar planes sociales, préstamos de palabra manteniendo a la gente contenta. Esto sucede aproximadamente en los dos primeros años. Al tercer año, hace una consulta al pueblo para que éste decida si se va o se queda, ¡ojo¡ no los tres años que le restan, sino otros seis años más. Como la gente está agradecida por los apoyos que ningún otro gobierno le había dado, vota por el SI. Es entonces cuando empieza a recortar apoyos exceptuando a quienes más le conviene: los jóvenes y los militares, que para ese tiempo ya agrupó en una sola Institución policíaca, para tener mayor control. Las razones de reducir las dádivas, nunca son su culpa, son siempre de otros: los yanquis, los empresarios, las iglesias, etc… Inician entonces otros abusos: privatización de empresas, encarcelamientos a quienes disienten, pérdida de derechos fundamentales, de libertad de expresión y religiosa, mostrando entonces su verdadera cara: La de un dictador difícil de derrocar. Sus frutos son: la división, el odio entre hermanos, el desempleo, el hambre, la escases de alimentos, de medicamentos, fomento al conformismo, a la ignorancia, y lo que fue de inicio su bandera acabar con la pobreza, se vuelve lo contrario. Lejos de exterminarla, se multiplica, porque el ataque del populista va directo a los ricos y la clase media a quienes empobrece. Un caso vigente es Venezuela, un pueblo que ha pasado todas las etapas del populista dictador, con enorme sufrimiento y muerte. Analicemos ahora sin apasionamientos las actitudes del nuevo gobierno en nuestro país. ¿ Vamos por ese rumbo? Abramos los ojos. En lugar de planes sociales y dádivas, exijamos una mejor educación. Un país con educación prospera, un país sin educación empobrece. Un gobierno que no invierte en educar a su pueblo, invertirá en el futuro en más cárceles. Construyamos nuestro futuro con educación, con trabajo y esfuerzo. ¡ No al populismo ¡ No a gobiernos que basan su apoyo en dádivas que pronto se pagan con sangre, sufrimiento y muerte ! ¡¡Mujer Mexicana forja tu Patria ¡ * La autora es Consejera Familiar.

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