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La Verdad Sea Dicha

En el aluvión de cambios y recomposiciones políticas y sociales, resulta hasta cierto punto absurdo que uno de los puntales en términos de narrativa publicitaria del gobierno de Kiko Vega sea, al día de hoy, por el cual esté cavando su propia tumba. Me refiero al tema de la educación y la inversión destinada a este rubro, machacado hasta el hartazgo, cada vez que tiene oportunidad. Al cual últimamente hay que agregarle que invariablemente cada catorcena habla de un rescate estatal para pagarle a maestros, ante la falta de recursos federales. Dicha narrativa ha sido reiterada a través de su desdibujada estrategia de comunicación y solo le ha alcanzado para que, desde ahí haya sufrido los peores embates a su forma de gobernar. La falta de pagos en CECYTE, COBACH, UABC, maestros jubilados, interinos, idóneos han sido el punto central de las peores críticas, que han llegado hasta los señalamientos de corrupción que han hecho mella y han abierto huecos que son tan profundos que ensordecen y aniquilan cualquier intento de posicionar diversos programas, por loables que parezcan. Ciertamente la comunicación social que desde un gobierno se ejerza, no puede cubrir una mala aplicación de la política pública. Pero puede ayudar a atenuar el impacto negativo en el gobernante en turno. La problemática está a punto de colapsar. Y va a ser en el marco de las elecciones que se aproximan. Algo debe andar muy mal en el gobierno del estado en política y medios, cuando de una de sus narrativas centrales que es la inversión en educación, se han desprendido los principales temas adversos para la gestión de Kiko Vega en la agenda pública y mediática. Algo no cuadra. Y pasa seguramente por la incapacidad en la administración, la débil estructuración discursiva y ahora se ha visto una reacción con pocos reflejos ante el embate de hace unas semanas de un envalentonado Jaime Bonilla que le propinó contundentes golpes mediáticos, que, ciertamente, no pasó a mayores. El gobernador Kiko Vega perdió el control, primero dentro de su gabinete y después en el contexto socio político regional, que ha sido trastocado por los cambios en el poder político a nivel nacional y el fortalecimiento de figuras locales que han crecido a la sombra de AMLO. La rapidez de los cambios parece que no ha ayudado para que Kiko y su gabinete descifren los nuevos escenarios para hacerles frente y eso les generará graves hundimientos en las tierras movedizas que parece se están gestando. Y eso que apenas iniciarán las campañas, en un escenario de confrontaciones anticipadas que, seguramente, se verán profundizadas con los señalamientos en contra de los gobernantes en turno. Es en este panorama adverso donde los candidatos de los partidos gobernantes tendrán que sortear los ataques. Quienes hasta hace unos días se frotaban las manos eran Jaime Bonilla y sus colaboradores, pues, sabían que la poca respuesta de Kiko Vega podría significar un importante número de votos para su proyecto político. Sin embargo, el traspié del candidato de MORENA provocado porque no ha podido conseguir los 900 millones de pesos que se había comprometido a obtener para ayudar a la UABC, le podría significar pérdida de la confianza entre la población. A lo que hay que sumar el desaseo demostrado en la selección de sus candidatos. La verdad sea dicha. * La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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