La Verdad Sea Dicha
En mis 30 años cubriendo elecciones no había visto que de manera, tan profunda, los candidatos atacaran, enfrentaran, criticaran o señalaran más que a sus contrincantes, al gobernador en turno, en este caso a Kiko Vega de Lamadrid. Bienvenidos a esta forma de hacer política. Lo vimos en las recientes elecciones federales en donde el candidato priista, José Antonio Meade no se desmarcó del presidente Enrique Peña Nieto, a tiempo. Sin embargo, habría que reconocer que tampoco tenía mucho margen de maniobra. Las feroces acusaciones contra Peña, eran el apetitoso manjar que atraían a los opositores al PRI y querían aprovecharlo. La historia de Kiko, gobernador y Óscar Vega, actual candidato del PAN, están engarzadas en ese escenario, por ello, la campaña montada para desmarcarse con el tema de Ni parientes somos. Kiko es en el inicio de la contienda electoral el personaje más rentable políticamente hablando, siempre y cuando lo critiquen, a pesar de que esta vez no está compitiendo como candidato. Por eso, Oscar Vega está en aprietos porque no quiere nada del mandatario estatal blanquiazul, pero los políticos saben que desde el Gobierno se opera la movilización a través de beneficiados de programas y hasta en el día D. La pregunta es si van a apoyar al candidato albiceleste, pese a los desmarques emprendidos. El hartazgo ciudadano en Baja California es alimentado en redes sociales por distintos grupos políticos ligados o no a partidos, como las resistencias ciudadanas, que encuentran en la figura icónica del gobernador al villano favorito. Con tan bajos índices de aprobación entre la población y con tantos temas pendientes en la agenda, no es para menos. Son los signos de la política mediática de nuestros tiempos, caracterizados en la vacuidad, el inmediatismo, la escasez de propuestas, la confrontación ramplona plena de adjetivos que se inflama y hace mutis de la agenda pública horas después, para dar paso al nuevo video que repita los improperios y descalificaciones, con base en una narrativa de show escandaloso. Seguramente conforme avancen las semanas y emerjan las primeras encuestas, los punteros en las preferencias comenzarán a rivalizar entre sí, sin embargo, por lo visto hasta ahora Kiko podría mantener su papel protagónico pues, los conocedores de la mercadotecnia política saben que construir imagen o destruir reputación cuesta tiempo y mucho dinero; pero, en este caso, Kiko y su equipo han realizado un trabajo excelso de autodestrucción reputacional, su imagen, su prestigio ya no levantará y eso, es un regalo apetecible para todos los aspirantes a la gubernatura, incluyendo al del partido gobernante. ¿Por qué no habrían de aprovecharlo? En esta lógica, la que sale perdiendo otra vez es la ciudadanía, que queda entre la bruma de los procesos electorales en los que las ideas sobre los “cómo” lograr lo que está asentado en los planes y programas de los candidatos quedan ausentes y entre sus referentes para emitir el voto, que terminan siendo el meme y las fake news construidos desde los “cuartos de guerra” que mayor alcance y repetición hayan obtenido. Espero equivocarme esta vez, por el bien de Baja California. La verdad sea dicha. * La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.
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