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El Profe

La educación en nuestro país fue poco cuestionada antes de los tres cuartos del siglo XX. En este tiempo quienes nacimos en plena Segunda Guerra Mundial.

La educación en nuestro país fue poco cuestionada antes de los tres cuartos del siglo XX. En este tiempo quienes nacimos en plena Segunda Guerra Mundial, aprendimos a leer y escribir, cursamos la secundaria, prepa y hasta una carrera profesional. Siempre escuchamos de nuestros padres que la educación que recibieron ellos, aunque por menos años, fue mejor que la nuestra. Mi padre decía que en tercer año de primaria cursaban asignaturas que nosotros recibíamos en secundaria porque Iban a la escuela mañana y tarde. No obstante aquella buena educación, siempre hubo analfabetos en nuestras vidas. Y analfabeto fue Cantinflas en su película del mismo nombre filmada en 1961, con un Mario Moreno sin cirugías y en blanco y negro. Y por ser analfabeto casi pierde su herencia. Nos deja la moraleja que nunca es tarde para aprender, y lo hace entre niños que se burlan de Inocencio por ser adulto en la primaria.

Pasan 10 años y el célebre mimo vuelve al tema educativo. En 1971 filma El Profe. Aquí sí, es un profesor que por ser soltero lo mandan a un pueblo lejano a educar en una primaria. Un Cantinflas restirado y a colores padece de las envidias y rumores de un pueblo chico, pero nos deja el mensaje de que la enseñanza no es sólo de parte de El Profe, sino de los padres de familia también. Se mete en enredos por intentar moralizar a los adultos sobre el bien y el mal. El tema educativo en el cine es muy extenso y no sólo sobre niños. ¡Quien no recuerda a Sidney Poirtier en “Al maestro con cariño”! (1967), en donde su trabajo con adolescentes parece fracasar, no obstante, logra la aceptación de sus rebeldes alumnos. Se destaca la educación en valores en esta cinta inglesa que nos deja una bella melodía de recuerdo.

Yo sólo tuve oportunidad de trabajar con niños durante mi Tesis de Maestría, la mayor parte de mi trabajo como profesor fue en licenciatura y maestría. Pero el año que trabajé con aquellos menores de Loma Linda me enseñaron el intenso y sacrificado trabajo que es estar al frente de un grupo de niños. Esta experiencia me ayudó a revalorar la imagen que tenía de mis maestros, sobre todo de primaria. Hasta hace un año, solamente conocíamos la educación a distancia de manera virtual, en algunos programas tempranos de posgrado. Pero llegó la peor calamidad que ha sufrido la humanidad y la educación presencial fue imposible.

Ahora veo las estadísticas del pobre aprovechamiento de la primaria a distancia y confirmamos el papel esencial del profesor frente a su grupo. Quién se guía por la actitud de cada educando, por el ambiente en el salón. Utiliza los valores como herramientas didácticas que logra incorporar en los niños a base de ejemplos y actitudes de prueba. Corrige, reencausa y ejemplifica para lograr su meta. Pero hacer eso a través de una pantalla, no ha sido igual. Ahora se comprende cabalmente el verdadero trabajo de los “profes”.

*- El autor es investigador ambiental.

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