Anticorrupción… enorme y tullido elefante
En su larga campaña por la presidencia que por fin lo hizo jefe del Poder Ejecutivo, la dedicatoria más perseverante de parte de Andrés Manuel López Obrador.
En su larga campaña por la presidencia que por fin lo hizo jefe del Poder Ejecutivo, la dedicatoria más perseverante de parte de Andrés Manuel López Obrador fue, y continúa siendo, combatir la inmortal depravación, que de la invasión española a nuestros días, sentó un caudaloso manantial de rapiña, saqueo e insultante impunidad promovida por “hombres de negocios” en pareja complicidad con la clase política, prestanombres y gobernantes que al grito de “uno para todos y todos para uno” han devastado el territorio, pervirtiendo el estado de derecho y allanado con su interminable voracidad el marco constitucional, la riqueza del país y la moral.
Perene y enquistada corrupción pública y privada vulneradora de cualquier valor ético, decoroso y hasta religioso que ha permitido situar a México entre los países más corruptos del planeta; caracterizar a sus funcionarios de sumamente pervertidos; señalar a las elites del dinero como profundamente indecentes y, sin mayor vacilación, tipificar de codelincuentes los vínculos gobierno-empresarios que cual simple botón de muestra o ejemplar desfachatez, dichos vínculos los representan políticos-empresarios o sujetos que habiendo sido autoridades, terminada su gestión, pasan a desempeñar puestos claves en los negocios privados: el ex presidente Zedillo remató, al mejor postor ferrocarriles nacionales y desde entonces es gerente distinguido de una compañía ferroviaria gringa.
En efecto; los estragos económicos y sociales infringidos por la galopante deshonestidad son de tamaña magnitud, o trascendencia, que su impacto y monto llevó al presidente López Obrador a sostener, sin ambigüedad alguna, que “la corrupción es la raíz, el germen de donde brota la desigualdad social”. Sí, de aquel acerado taladro es el boquete alcanzado, adentrado y consentido en este país nuestro donde determinada minoría dispone el qué, cómo y cual derrotero deberá proseguir el Poder responsable de fomentar el latrocinio instruido para perpetrar todo y a todos en satisfacción de los pillos.
Sobra insistir en que la descomposición existente no precisa tipificarla como algo ceñido al dar y recibir dinero, sino, en igualdad de agravios, también se confabula con lo electoral, influencias, favores, omisiones, etc.; de suerte que siendo el oro y la plata su mayor atractivo, la huella dejada es tan amplia; como extendido fue el compromiso proselitista primero y luego presidencial de AMLO, de articular una cruzada en contra de hechos, maniobras o sospechosos actos de corrupción incluidos sujetos responsables del dramático fenómeno que, de proceder, implica a notables ex presidentes.
Resulta embrollado conocer cuántos electores votaron por el tabasqueño seducidos por la promesa de ajustar cuentas a la tóxica ladronería, lo inequívoco, sin embargo, advierte que fuera de mencionar a diversos bandidos; enumerar montos millonarios hurtados; girar órdenes de aprehensión después de la huida de los depredadores; amedrentar con testigos protegidos fallidos, o insistir en el fin de la corrupción, durante tres años la “justiciera” 4T salvo quitar la pensión a los exmandatarios (como si ello los atormentara) y mantener presa a Rosario Robles, la prometida razzia contra políticos y empresarios corruptos continúa en suspenso…
*- El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí