Es por México

Quienes ya peinamos canas, hemos vivido diferentes escenarios políticos en nuestro país. Sesenta años de dictadura disfrazada de Democracia cuando el PRI gobernaba en base a fraudes, robo de urnas, carro completo para ellos. Tiempos difíciles en los que luchábamos por una verdadera Democracia. Por fin, en 1989, se logró se reconociera el triunfo de Ernesto Ruffo, primer gobernador del PAN en Baja California. El y su equipo, trabajaron para reforzar nuestra naciente Democracia, logrando contar por primera vez, con una credencial para votar con fotografía, algo que nunca el PRI quiso elaborar. Esta credencial es el actual INE que hoy se tiene en toda la República.

Así, por primera vez en 2000, teníamos un Instituto independiente en el que los ciudadanos, NO el gobierno, contaban los votos. Surgió también por vez primera, un Instituto de Transparencia para identificar los funcionarios corruptos. Se logró que la Suprema Corte de Justicia fuera autónoma, gozando de una libertad nunca antes vivida; anteriormente hasta manifestarse en las calles, se corría el riesgo de perder la vida. Vivimos por décadas sin libertades y sin la Democracia que necesitábamos, y vaya que nos costó mucho esfuerzo conquistarlas. Esto no significa que todos los gobiernos de este tiempo hayan sido excelentes, hubo aciertos pero también errores, pero para castigarlos o premiarlos, contábamos con la Democracia, que aunque no era garantía de un buen gobierno, si era el mejor mecanismo para limitar el poder y llamarlo a cuentas.

De esta forma, gracias a la Democracia la ciudadanía castigó al PRI y al PAN, y ahora debe dar su veredicto sobre MORENA ¿Cómo?.

Con su voto razonado, en base al comportamiento de un gobierno al que muchos mexicanos le dieron oportunidad de servir. ¿Lo han hecho? ¿Erradicaron la pobreza? ¿Combatieron la corrupción, bajó la inseguridad? ¿Hay medicamentos para todos? ¿Acuartelaron a los militares? ¿Respetaron la Ley y el Estado de Derecho? ¿Cumplieron no mentir, robar ni traicionar?.

¿Qué país queremos? Uno que podamos recorrer sin miedo al crimen, al secuestro, extorsión, robo. Un país en el que vuelva a funcionar el sistema de salud, las campañas de vacunación, el abasto de medicinas, los tratamientos contra el cáncer. Un país que acabe con la pobreza promueva inversiones y haya empleo. Un país cuyo gobierno cuide el aire que respiramos y el medio natural que nos rodea. Un país cuyos libros de texto NO adoctrinen, sino eduquen, saquen lo mejor de cada niño. Un país de respeto a la fe y creencias religiosas. Un país donde la Ley sea La Ley con instituciones y contrapesos. Un país sin mentiras, odio ni división. Un país que NO sea de un solo hombre ni de un solo partido. Por eso, el próximo domingo, salgamos a votar a conciencia. No dejemos el futuro a la suerte ni en manos ineptas. Nuestro futuro está en el voto, porque es el instrumento primero para vigilar, limitar, sancionar y castigar al poder.

Sin voto no hay Democracia, sin Democracia no hay Libertad. Sin voto, Libertad y Democracia, no habrá México, nuestro amado hogar y maravilloso país. Votar a conciencia NO es por una persona, un partido u otro…. ES POR MÉXICO.

¡Mujer mexicana forja tu Patria!

*- La autora es consejera familiar.