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¿Hubo o no fraude?

El resultado de las pasadas votaciones carecen de toda lógica ante lo ocurrido días previos a la elección.

Anita B.  de Ochoa

El resultado de las pasadas votaciones carecen de toda lógica ante lo ocurrido días previos a la elección. Vimos las multitudes de la “Marea Rosa” en Ciudad de México y en otras entidades del país. Vimos también el domingo 2 de Junio, las enormes filas para votar en toda la República y en otros países. Horas al rayo del sol, ¿Para Votar por la continuidad del desastre, corrupción, falta de medicamentos, extorsiones, secuestros, inseguridad? ¡Por supuesto que no! Por otro lado, esa abrumadora votación, nunca antes vista, ¿Cómo que solo llegó al 60%? La votación fue mayor, porque los mexicanos nos rehusamos a aceptar el rumbo que López nos quiere imponer. No queremos ser otro Venezuela, Cuba o Nicaragua, México no está dispuesto a perder su Libertad. Por ello, la ciudadanía se manifestó y votó por el cambio.

El lunes 3 de Junio, al ver cómo Claudia se proclamaba ganadora, nos sentimos devastados, impotentes para evitar esta tragedia en nuestro país. Nos habían advertido que, si ganaba Morena, sería nuestra última votación en varios años, ya que históricamente, países que han tenido la desgracia de caer en manos de dictadores, nunca los quitan por la vía democrática, se apropian de instituciones contrapesos, controlan todo y hacen de cada elección, una simulación Democrática.

¿Aquí qué sucedió? Se decía hubo fraude. Se habló del nulo apoyo de dirigentes de los partidos que respaldaron a Xóchitl, de compra de votos, entrega de credenciales a migrantes, relleno de urnas, amenazas de los “Serviles de la Nación” a gente pobre, votos para Morena al doble de los habitantes en municipios pequeños, ¿Qué podíamos hacer? Empezamos a organizarnos por las redes, tomando fotos de los resultados expuestos en cada casilla para cotejarlos con los del INE. Cuando el miércoles inició el conteo, muchos ayudaron a contar votos, hubo anomalías, aunque no suficientes para modificar los resultados. El fraude vino de otro lugar.

Ese 2 de junio, entre las 10.40 y las 12 de la noche, “curiosamente” se cayó el sistema, y durante ese tiempo no se pudo enviar ningún resultado, siendo el horario en el que más fluye la información. Y aquí empiezan nuestras dudas. Algunas personas empleadas del INE que estaban subiendo los resultados de cada acta, se preocuparon porque este hecho, en una elección es algo muy grave que se puede “aprovechar” para modificar los resultados, pero que ellos como empleados nada tenían que ver ni hacer.

El INE para México es un tesoro que debemos defender, por ser un organismo ciudadano. La caída del sistema, solo es responsabilidad de la presidenta, Guadalupe Tadei, morenista impuesta por López Obrador, quien por dignidad y congruencia debe renunciar a su cargo, no hacerlo es avalar esa falla tan grave que demuestra su incapacidad, su indolencia o su complicidad. ¿A quién le interesaba se cayera el sistema?

¿A qué vino Raidel Montesino de Cuba, operador de fraudes cibernéticos en elecciones en Venezuela y Nicaragua? Esto debe investigarse por los medios, por periodistas patriotas que en verdad amen a México, no hacerlo los convertirá en cómplices del destino de un país maravilloso que no merece ser condenado a la esclavitud de un régimen comunista por muchos años.

¡Mujer mexicana forja tu Patria!

*- La autora es consejera familiar.

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