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El Cruz Azul de la política en BC

A diferencia del fútbol, en la política electoral mexicana y bajacaliforniana ser el mejor perdedor o simplemente segundo o tercer lugar te garantiza un lugar en la palestra de los triunfadores.

Jorge  Heras

(Al final de esta columna le diré cómo quedará conformada la próxima legislatura de BC).

A diferencia del fútbol, en la política electoral mexicana y bajacaliforniana ser el mejor perdedor o simplemente segundo o tercer lugar te garantiza un lugar en la palestra de los triunfadores, pues garantizas un puesto de representación popular, toda vez que nuestro sistema político, que le apuesta a la pluralidad y a los contrapesos, te da chance de llegar a un escaño o curul a pesar que la mayoría de la población decidió en las urnas que no confiaba en ti ni en tus propuestas.

Sin embargo, estoy convencido que es mejor que las diputaciones plurinominales (200 en el Congreso de la Unión y 8 en el Congreso local) sean repartidas entre las y los candidatos que hicieron campaña pidiendo el voto, pese a sus pésimas propuestas, que entre dirigentes y amigos de los líderes de los partidos políticos que mediante una lista se regalan o venden estas diputaciones sin hacer el mínimo esfuerzo.

Pero, ¿por qué debería analizarse y reformar a quienes juegan a ser el Cruz Azul de la política?

A principios de este siglo, uno de los personajes oscuros de la política Baja Californiana: Fernando “El Diablo” Castro Trenti profesionalizó el concepto de “ganar perdiendo”; eran los tiempos en que el PRI tenía fuerza en la entidad, pero no le alcanzaba para derrotar al PAN. Ambos partidos de Derecha (pues desde entonxes comparten la visión gubernamental con base en el modelo económico neoliberal) se tiraban con todo ante medios de comunicación y en las pláticas de cantina y charlas de café, pero se apapachaban dándose gobernabilidad a cambio de dinero, puestos públicos, designación de magistrados y jueces o creando la partida de gestión social del Congreso del Estado para que los diputados de oposición tuvieran recurso público para regalar a su antojo en las colonias, y sin transparentar ni rendir cuentas.

Ahora son tiempos de MORENA y los diputadxs de oposición hacen lo mismo, especialmente los del PAN. Realizan rabietas y en ocasiones generan buen debate en el pleno del Poder Legislativo, pero al final se la viven en acuerdos extra parlamentarios.

No me malentienda, NO estoy a favor de la eliminación de las diputaciones pluris, estoy convencido que todos los sectores y todos los partidos deben tener una representación (aunque algunos deberían desaparecer). El problema es que urgen mecanismos para que no existan los famosos “Cruz Azul” de la política, a quienes les resulta mejor la derrota que ganar en las urnas.

Uno de los mecanismos que tendrían que analizar las y los diputados es que un diputado o regidor que quedó como mejor perdedor o “segundón”, cuando busque la reelección solamente podría llegar nuevamente al Congreso o al Cabildo si gana en las urnas, porque si vuelve a perder, y aunque tenga el mayor porcentaje de sufragios de las y los candidatos de su partido, se le debe negar tener una plurinominal, pues va en contra del sentido que el inicialista planteó en la iniciativa para la reelección, que desde el 2014 se plantea este mecanismo de rendición de cuentas a cargo de la ciudadanía en el que tienen el control sobre los representantes populares, para premiar con la reelección a quienes califiquen como buenos gobernantes o, en su caso, preferir a otra opción política.

La primera candidata en caer en este supuesto fue Trinidad Vaca del PAN, quien consiguió su relección ganando en la primera ocasión con 7 mil votos y perdiendo en la segunda consiguiendo solo 10 mil votos.

En este proceso electoral vivimos una situación todavía más evidente.

Es el caso de Daylin García de MC y Diego Echevarria del PAN. Ambos perdieron por una paliza en las elecciones del 2021 y 2024, pero como mejores perdedores (aprovechando que todavía están peor sus compañerxs candidatxs de partido) lograron su reelección. En los comicios de hace tres años, el diputado panista obtuvo 15, 800 votos (el 27% de la votación) y hace tres semanas tuvo 19, 800 votos (el 24% del total del respaldo ciudadano en ese distrito).

El problema es que así se podrían reelegir perdiendo con su coto de poder en dos ocasiones más. ¡Qué Chulada!.

REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: La repartición de las 8 diputaciones plurinominales quedarán de la siguiente manera:

Tres del PAN: Mayola Gaona, Alejandrina Corral y Diego Echevarria.

PES: Teresita del Niño Jesús Ruiz.

MC: Daylin García.

PT: Yohana Hinojosa Grijalva.

PVEM: Adriana Padilla.

PRI: Adrian Humberto Valle.

Será una legislatura histórica con 15 mujeres y 10 hombres.El 60% de las curules del Congreso serán para diputadas.

*- El autor es periodista de Baja California.

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