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Zona Sísmica

El Primer Día que narra Luis Spota en su novela de la serie La costumbre del poder.

No logra Araceli consenso

El Primer Día que narra Luis Spota en su novela de la serie La costumbre del poder, parece ser que ya le llegó a la alcaldesa de Rosarito Araceli Brown Figueredo, y es que el revés que sufrió en su más reciente sesión del Cabildo es copia fiel de lo que vendrá.

De nada le sirvió aventarse sus muy trillados discursos sobre sus logros para regularizar todo lo que sus antecesores no hicieron y así, la puñalada trapera para lograr otorgar una concesión de la disposición final de la basura, es decir, del uso del relleno sanitario que hay en este municipio, le llegó de sus propios compañeros de partido.

Si bien la justificación para otorgar esta concesión deriva de una observación del Orfis que no es nueva, pues en teoría debería haber una concesión para la recolección de basura y otra, para la disposición de la misma, algo que desde hace casi 20 años realiza la empresa Gen, que tiene un contrato con duración hasta el 2037 y que además es propietaria, con otra razón social, del relleno sanitario, es válida, la pregunta es el apuro.

Así, se armó todo un show que la obligó a hacer varios recesos en la sesión extraordinaria que se llevó dos días para hacer o por lo menos intentar, hacer manita de cochi a los ediles, finalmente se quedó a un voto de lograr su cometido.

Y es que la regidora morenista Stephanie Gay, no se presentó al Cabildo y el Síndico, Jaime Ibarra, del mismo partido, de plano se rajó.

De hecho, Ibarra, ya se encontraba en su auto a punto de partir mientras corría la sesión del miércoles y de buenas a primeras Brown Figueredo pretexto salir por unos papeles, pero se dirigió al estacionamiento para pedirle voluntariamente a fuerzas a su Síndico, presentarse en la sala del Cabildo.

Un bla, bla, bla, que se prolongó por casi 2 horas, entre los ediles no fue suficiente para remojar los duros corazones de los opositores a la propuesta y si bien logró arrancar los votos en favor de la panista María Ana Medina y el independiente Manuel Ochoa, no fue así con Ibarra Acedo, quien se convirtió en la manzana de la discordia al abstenerse en su voto, lo que derivó en el rechazo del dictamen que requería de la mayoría calificada para su avance.

Seguramente de aquí en delante Brown Figueredo comenzará a sentir lo que le viene después de El Primer Día, sí ése cuando el poder acaparado en su caso por 5 años, se esfuma entre los dedos.

AVANZA CONCURSO

De nueva cuenta el concurso de oposición para elegir a un magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) parece haber entrado en otro bache. El primero fueron los resultados de las evaluaciones otorgados a varios aspirantes a llegar a la oficina que dejará el próximo mes de septiembre el magistrado Jesús Espinoza Orozco.

Las impugnaciones frenaron el concurso, porque los concursantes se molestaron mucho porque a pesar de su preparación, carrera judicial, así como experiencia probada como Jueces, la comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura, a cargo del magistrado Gustavo Medina Contreras, dio calificaciones elevadísimas a algunos concursantes, entre ellos Salvador Avelar Armendáriz, de quien se sabe es impulsado por el diputado Juan Manuel Molina García, así como a Karina Acosta Duéñez, quien en los últimos años tuvo un ascenso meteórico hasta llegar a Juez, por cierto es esposa de Juan José Pon Méndez, director jurídico del Ejecutivo.

En la última etapa de la evaluación, relacionada con los méritos para llegar a ser magistrado, el Consejo de la Judicatura tuvo que asignar las más altas calificaciones a quienes realmente los tienen.

Ahora, cuando este proceso se destrabe, la lista con los aspirantes será enviada al Congreso del Estado donde tendrán que escoger a uno para ocupar la vacante de magistrado o magistrada.