El triunfo y derrota de la memoria histórica

En la década de los 40tas del siglo pasado, un columnista acuñó la frase de: “la historia la escriben los vencedores”, que más tarde fue utilizada por el estadista Winston Churchill y que recientemente la escritora española Carla Montero completó la frase con: “... pero el paso del tiempo también da voz a los vencidos”.

En el marco del análisis sobre vencedores y vencidos en este sistema democrático incipiente en México y BC, debemos tener en la ecuación el factor de la “memoria histórica”, sobretodo en esta fiebre postelectoral en la sociedad mexicana cada vez se empodera más y no solamente el día de la jornada electoral, pues principalmente lo hace a través de movimientos sociales como el feminista, el obrero, el campesino, lxs profesionistas, ONGs y hasta con el sindicalismo libre.

La memoria histórica la hacen los pueblos, a diferencia de aquella que en los libros de texto nos vendían prácticamente como propaganda, sí eran tiempos de PRI y PAN, en donde también había ideología en el modelo educativo y planes de estudio. Por ello, las memorias histórica y colectiva constituyen la construcción social del recuerdo. Coincido con autores sudamericanos de la última decada que sostienen: “los partidos políticos han sido los grandes ausentes en el proceso de construcción de la memoria en sociedades postautoritarias, en las que, en principio, deberían ser los actores centrales para dirigir la democracia y atraer las demandas e intereses de la sociedad en su conjunto”.

Sin embargo, los usos y abusos de algunos grupos, especialmente los político-electorales que buscan protagonismo, lo hacen bajo la bandera de la memoria histórica.

Argentina con la “izquierda” socialista de los Kirchner y ahora con la ultraderecha de Milei son el mejor ejemplo, uno al abusar de los grupos vulnerados por el poder en la dictadura militar y en el presidencialismo de los excesos y crisis económicas, mientras que Milei se aprovechó del hartazgo de las juventudes y clases obreras para construir una nueva memoria histórica contemporánea.

En México vivimos un escenario no tan distinto, los excesos de los gobiernos del PRI y PAN fueron capitalizados por AMLO y MORENA para edificar una memoria colectiva de la 4T. ¡Ojo!, esto no significa que esa narrativa deba ser eterna, porque un sexenio quizá sea suficiente, deberán de tener otro planteamiento sin retóricas para fortalecerse con las izquierdas y quienes realmente son de MORENA, no con los arribistas de otros partidos y con grillos políticos de pacotilla, porque de lo contrario comenzarán las guerras internas y se acabarán entre ellxs mismos.

Mientras a nivel nacional le vino bien a MORENA que este sábado se diera la unión del bloque Citlalli Hernández y Luisa María Alcalde para que la ex secretaria del Trabajo y Gobernación ocupe la dirigencia nacional del partido y la senadora reelecta frene sus aspiraciones por suceder a Mario Delgado, en el PAN y el PRI le apuestan a la misma política rancia y dictatorial de siempre al perpetuarse en el poder con Alito Moreno como presidente hasta 2032 y con Marko Cortés alineando a todos los dirigentes estatales para su beneficio en miras de la convención nacional panista.

En términos de política gubernamental, Sheinbaum tendrá que replantear la estrategia de seguridad, que en la práctica es la militarización del país. Le debe apostar a la memoria histórica de las izquierdas en México que se oponía a eso, además que no arrojó los resultados deseados.

En Baja California, estamos perdidos.

Aquí vivimos en el pragmatismo político en todos los partidos y actores políticos. Solamente los movimientos populares le pueden regresar esa esencia combativa y congruente con nuestras causas regionales.

REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: La memoria histórica de lo que sucedió en el Bar Shots y en la zona de antros de Mexicali no debería permitir abrir nuevos antros disfrazados de restaurantes hasta que no garanticen las medidas de seguridad y la reparación del daño a las víctimas directas y colaterales de la desaparición forzada en el denominado “triángulo de las bermudas”.

FIASCO SEMANAL: Que alguien le diga al secretario del Trabajo, Alejandro Arregui que se trataba de ir al Valle de Mexicali a inspeccionar a las empresas agrícolas después de las 3 muertes por golpe de calor, no era la grabación de un video musical de Luis Miguel o una sesión de fotos para campañas políticas.

*- El autor es periodista de Baja California.