Julio apocalíptico

La ola infernal de calor que azota a Mexicali y a partes de Estados Unidos ha alcanzado los 118 grados Fahrenheit, casi 50 grados Celsius. El reciente atentado contra el candidato presidencial Donald Trump, durante un mitin en Pensilvania, y sus incendiarias declaraciones en la Convención Nacional Republicana, donde apunta a los inmigrantes como su blanco principal en caso de ganar la presidencia, han agitado aún más el panorama político.

Además, la caída masiva de tecnologías que afectó a aerolíneas, medios y bancos a nivel mundial me hace pensar que julio es un recordatorio de un momento difícil para la humanidad. Estamos acabando con el medio ambiente, el calentamiento global nos está diciendo “aquí estoy” después de años de negligencia hacia las áreas verdes y la falsa creencia de que nuestro mundo será eterno. Desde el año pasado, científicos de la NASA confirmaron que julio de 2024 sería el mes más caluroso y así ha sido.

Ayer, viernes, me desperté con la noticia—más bien tuve que escribir la noticia—del fallo en la actualización global de CrowdStrike Falcon, un programa de seguridad informática utilizado por empresas en todo el mundo en sistemas operativos como Windows (de Microsoft). Esta falla paralizó aeropuertos, sistemas y comunicaciones. En Estados Unidos, varios aeropuertos cerraron operaciones y el 911 dejó de funcionar. Me recordó una escena de la película “Terminator” estrenada en 1984, cuando cursaba cuarto grado de primaria. Para aquellos que no son de la generación X, la cinta trata sobre cómo las máquinas dominaban el mundo en el año 2029, apenas cinco años más que hoy en día

El atentado a Trump también fue impactante. Me encontraba por abordar un vuelo desde Burbank a Phoenix cuando los televisores del aeropuerto y las redes se saturaron con la imagen del republicano sangrando de la oreja y alzando su brazo en señal de poder, mientras ondeaba la bandera de Estados Unidos. Se rumoreaba sobre un francotirador o incluso que el mismo Trump había planeado el acto armado. Hasta ahora, esa escena me sigue pareciendo surrealista.

Este suceso catapultó a un Trump que fue acusado, condenado y ahora consagrado por la élite estadounidense, en su mayoría conservadora. Como ejemplo de ello es un decadente y septuagenario Hulk Hogan arrancándose la camisa para demostrar su apoyo a Trumpen la convención. Mientras tanto, su contrincante, el actual presidente de Estados Unidos, senil y errático, se encuentra aislado enfrentando el coronavirus asus 81 años de edad.

¿Me preocupa el futuro? No solo mepreocupa, me aterroriza pensar en loque viene para nosotros, los inmigrantesen este país. Tengo que prepararme paradocumentar, con lágrimas, el dolor de migente. También me duele este mundo y lafalta de conciencia para cuidar lo que esnuestro hogar. Me asusta la dependenciatecnológica con la que vivimos.

Julio, con sus calores extremos, atentados, revoluciones políticas y fallas globales que paralizan al mundo, me harecordado lo frágiles que somos comohumanidad.

*- La autora es periodista independiente para medios internacionales.