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‘Endenantes’

Mi columna trata de palabras que desmenuzo y persigo su significado.

Miguel Ángel Lino

Mi columna trata de palabras que desmenuzo y persigo su significado. Endenantes es la de hoy. Si usted no sabe lo que significa, lo más probable es que sea una persona joven. Porque endenantes es una de las que se utilizaban antes ¡Mucho antes! Cuando yo fui joven (¡Uy! ¡Ya llovió!) y escuchaba a personas que hablaban con frases y palabras hoy en desuso, yo decía: “¡Como habla mi abuelita!”

Pero ahora: ¡A darle, que es mole de olla! Como si dijera: ¡Poner manos a la obra! Y empiezo precisando que para escribir este artículo me inspiré en la obra que describo en la sección De mi librero: “Las de endenantes” escrito por Bruno Newman. Para que luego no vayan a decir que me estoy dando taco… con saco ajeno (presumiendo de algo que no es de mí cosecha).

Lo hago para sumarme a la campaña de Bruno por conservar y hasta rescatar una forma de hablar muy mexicana con palabras, conceptos, dichos; frases ingeniosas, algunas con doble sentido, atrevidas, pícaras; y otras, incomprensibles como “se volteó el chirrión por el palito” que por costumbre y sin mayor explicación se entendía como: “se obtuvieron resultados contrarios a los esperados”.

No crea que lo hago por puro vacilón; sino porque está demostrado por prestigiados lingüistas, filólogos y psicólogos que la comunicación con formas coloquiales y regionales establecen lazos de mayor aceptabilidad. Y que conste que eso lo dicen verdaderas “chuchas cuereras” o personas muy experimentadas en su materia.

Porque las expresiones coloquiales hacen jalar parejo a los comportamientos indiferentes y hasta prepotentes. Abuelita soy tu nieto (¡a fuerza!) que en menos que canta un gallo (ahoritita) nos entendemos como gente de razón (civilizada).

DE MI LIBRERO: LAS DE ENDENANTES

De Bruno Newman y publicado por La Gunilla Editores en 2021, con un espléndido prólogo de Pablo Boullosa del que cito: Cuando dejamos atrás la obviedad insípida de expresiones como “por precaución”, “tiene miedo” o “no te creo”; para decir, con un guiño a la imaginación de nuestro interlocutor, “por aquello de no te entumas”, “le sacó al parche” o “tu abuelita en bicicleta”. Nuestra relación se libera de tensión y se hace más llevadera.

Bruno -coleccionista empedernidodio origen al MODO, Museo del Objeto del Objeto, en donde ha logrado reunir -desde hace cerca de 54 años- más de 150 mil objetos organizados en 48 colecciones. Bueno, pues con idéntica pasión, Newman ha logrado coleccionar una infinidad de decires, frases, palabras coloquiales que se han utilizado en México y que, con el paso del tiempo, se han ido perdiendo…

Las de endenantes son muestra de la creatividad, el ingenio y la chispa del mexicano que habla condimentando su plática con sal y pimienta muy expresivas. Verbalizaciones que han caído en el desuso y -poco a poco- en el olvido.

Échele un oclayo a ese libro que está a todo mecate y caerá en la cuenta de que están de colección las incluidas en Las de endenantes.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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