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Vinculación productiva

Ciertamente hay relaciones que son productivas y con distintos efectos multiplicadores.

Salvador Maese Barraza

Ciertamente hay relaciones que son productivas y con distintos efectos multiplicadores; sin embargo, particularmente hay una que pienso genera varios círculos virtuosos. Me refiero a la proveeduría para empresas que tenemos como finalidad la exportación.

Por eso quiero señalar que una medida práctica -como seguramente lo hacen otros países más avanzados que México- es instrumentar medidas que favorezcan la mayor presencia del mercado y la capacidad para elevar la eficiencia de la economía. Por eso es importante señalar que la competencia es una condición necesaria para que tanto los demandantes como los oferentes (empresas IMMEX y proveedoras locales, respectivamente) tengan el máximo bienestar, pues si los mercados son genuinamente competitivos ningún agente económico -así fuera el gobierno- debe unilateralmente encarecer los bienes y servicios en perjuicio de los consumidores, sean del mercado nacional o en nuestro caso, del extranjero.

Insisto en lo anterior porque considero tres postulados sobre competencia y productividad. El primero es que no debe haber barreras a la entrada y salida de los mercados, (2) las empresas son tomadoras de precios, (3) los agentes son racionales al momento de decidir entre diferentes alternativas, pues elegirán aquellas que maximicen su utilidad (consumidores) y sus beneficios (productores).

Es cierto que no todo depende de las empresas. Pudiera el gobierno, a cualquiera de los tres niveles, jugar un papel importante para inducir una asignación eficiente de recursos, como pudiera ser mediante un decreto o normativa para “incluir” proveeduría nacional/local y sustituir importaciones; por decisión de autoridad, es difícil se maximice el bienestar social sí se limita la autoridad a intervenir en las áreas en las cuáles no se justifica plenamente su participación (seguridad, salud, infraestructura, gobernanza, entre otros).

Sumando a esto, el desarrollo consensuado de proveedores que requieran empresas exportadoras es factor medular para una transformación estructural de la economía mexicana, por lo menos para las cuestiones industriales. Con esa lógica, propósito final del gobierno debe ser estimular la gestión privada en los procesos productivos como medio para alcanzar una asignación más eficiente de los recursos. Ciertamente, los instrumentos centrales de luna política como la industrial son la reducción del tamaño del sector público en actividades en las que la iniciativa privada tiene mayor experiencia (y productividad), la apertura comercial, el fomento a la inversión extranjera y la desregulación son oros instrumentos.

De ahí que a Index y a las IMMEX siempre les interesa dirigir esfuerzo hacia una mayor productividad y eficiencia a través de costos y optimización de recursos, materias primas de calidad y capital humano comprometido, por citar algunos ejemplos. Al gobierno le corresponde el no menos difícil papel de fomentar la industrialización, complementada desde luego con polos de desarrollo en todo el país. Lograrlo no es fácil, pero puede conseguirse este propósito mediante la instrumentación de los siguientes puntos en sintonía con el Plan Nacional de Desarrollo que debe elaborar el nuevo gobierno federal.

En primer punto es estructurar con los sectores la integración de los productos y servicios, indispensable para la creación de cadenas de valor. También, establecer lineamientos prácticos (no por decreto) para sustituir importaciones y también de exportaciones, si consideramos que las empresas exportadoras IMMEX importan anualmente hasta 200 mil millones de dólares en partes y componentes y, buscar la necesaria reconversión industrial de acuerdo con las tendencias internacionales. Otro factor, ya señalado, es la desconcentración y potenciar clústeres de insumos basados en competencias regionales.

Termino indicando que la decisión de compra y venta, de tener un proveedor confiable por una exportadora o IMMEX, son por cuestiones técnicas y comerciales. No debe ser por una decisión o imposición gubernamental.

*- El autor es Presidente de Index Mexicali.

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