Ahora los cómo

Pienso que las últimas semanas han sido cruciales para el porvenir no sólo de Mexicali y Baja California. Determinantes han sido para el país en su conjunto las decisiones legislativas aprobadas esta misma semana, por la propuesta emanada del presidente para que se moviera de raíz el poder judicial.

En efecto, estimados lectores, un nuevo rumbo toma México. Unos pueden decir que es una visión progresista, pero otros podrán decir que es un retorno al pasado; a ese pasado que vivimos cuando menos sesenta años antes de que se rompiera la hegemonía de un país y el ultra poder del mandatario en turno siempre definido por el mismo partido.

Tal vez no nos demos cuenta en estos días de la magnitud de lo aprobado; ya los años y la historia darán cuenta del rompimiento en la división de poderes y, posiblemente, de la incipiente democracia que estaba construyéndose en México. Dos poderes unidos para cambiar el sistema del otro, el judicial, bajo el argumento genérico de que todo es corrupción. Como si no existiera incubada también en los otros dos poderes.

Vuelvo a la reforma. Ya fue aprobada en sedes alternas y con triquiñuelas para sesionar y presiones a legisladores para que votaran a favor. Lo que sigue es ir poniendo en blanco y negó los cómos de esa reforma, las llamadas leyes y regulaciones secundarias.

Serán tan importante esos puntos finos para definir la estrategia de cambio, que hago un llamado a que se tome el tiempo suficiente para hacerlo. Debe partirse, insisto en ello, con transparencia en el proceso , porque todos, no solo los legisladores tenemos derecho a conocer los detalles, a que sea escuchada las distintas opiniones y que no se tome la retórica de que ni una coma será cambiada. El consenso debe ser amplio, no por la imposición de una propuesta, deben tomarse en cuenta las observaciones que se hicieron en el llamado parlamento abierto, deben considerarse las opiniones de unos y otros ciudadanos y representantes a los que elegimos por votación.

Como lo expresó Index Mexicali, la reforma judicial no es solamente un tema legislativo. La relevancia que adquiere y el impacto que tendrá en la vida diaria nacional es primordial para generar unidad, pero también para vivir en un real estado de derecho, tanto para personas como para entidades morales.

Insistiré en los cómo, porque hay algunos datos que pueden reflejar la importancia de que no haya afectaciones a unidades de negocios como las empresas productoras y exportadoras. Pero antes quiero recordarles que fijó el presidente y sus funcionarios una pausa con los representantes de Canadá y Estados Unidos. Las “pausas” no conducen a nada ni resuelven las diferencias de opiniones, aunque sean muy mediáticas las declaraciones, de ambos lados. En pocas palabras, las pausas no existen en la diplomacia.

Imaginemos que persista una reforma judicial mal estructurada y pausada la relación con los principales socios. Pudiera México ver alterada la dinámica comercial y económica en general porque tan sólo Estados Unidos representa más del 60% del comercio total de mercancías, con el mundo. Además, México ocupa el primer lugar entre los proveedores de importaciones estadounidenses, seguido por China y Canadá. Pero hay más datos, por ejemplo, de enero a julio del 2024, las exportaciones mexicanas de manufacturas sumaron 316 mil millones de dólares: más del 60% se estima son realizadas por empresas con programa IMMEX, como las que dan vida y dinamismo a la economía de Mexicali. Más aún, nuestro país se encuentra dentro de los 10 principales países manufactureros y en el séptimo sitio entre los mayores exportadores de manufacturas del mundo en el año 2023.

Por eso señalo que para que la reforma jurídica aprobada y seguramente va ha ser ratificada por la mayoría de los Estados, se tiene que trabajar con transparencia y objetividad en las llamadas leyes secundarias, porque como dice el refrán ahí también puede estar el diablo.

*- El autor es Presidente de Index Mexicali.