Sheriff de chocolate

Sin lugar a dudas fue una semana intensa, informativamente hablando, con tres eventos que terminaron por marcar parte de la agenda, desde lo político hasta la seguridad.

El desarme de más de 160 por policías municipales en la zona sur del Valle de Mexicali; la comparecencia de carácter penal del ex gobernador, Jaime Bonilla y su asistencia a la Unidad de Investigación contra el Patrimonio, Sociedad, Estado y Justicia para responder por los delitos de uso ilícito de atribuciones y facultades, quien en las próximas semanas será puesto en el banquillo de los acusados, por el caso de la Fotovoltaica, y los enfrentamientos en el Congreso estatal sucedidos durante la aprobación de la reforma al Poder Judicial de la Federación.

Destaca lo acontecido en el Valle de Mexicali, con la salida temporal de los agentes municipales y la toma de control por elementos estatales y federales, lo cual se veía venir, luego de la entrada en vigor el mando único en el cercanísimo municipio de San Luis, con el cual se comparten siete brechas usadas por el crimen organizado

Ya se veía venir también que podía haber cambios, sobre todo por el distanciamiento, con varios meses de anticipación que se estaba dando entre el Secretario de Seguridad, Leopoldo Tizoc Aguilar y el director de Seguridad Pública municipal, Pedro Ariel Mendivil; una relación que no tiene punto de encuentro y en donde siempre hay señalamientos en contra, entre ambos personajes.

Sin embargo, es más que evidente que no se puede tener un mando único mixto, es decir, la toma del control de la seguridad por parte de agentes estatales comandados por el general Leopoldo Tizoc en la zona valle, mientras que en la zona urbana de la capital de Baja California sigue la dirección de Seguridad Pública Municipal.

La gota que derramó el vaso fue el hecho de que, según trascendió, los agentes municipales no dieron apoyo a dos elementos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, quienes resultaron heridos en un enfrentamiento con civiles fuertemente armados en la zona de la colonia Carranza, en el valle de Mexicali.

Situación que es narrada en dos versiones distintas: unos afirman que hubo un llamado y no acudieron los municipales, otra, que el enfrentamiento parecía que era entre dos bandas criminales, ya que la unidad en donde iban los agentes de la FESC no estaba rotulada y ellos iban sin uniforme, por lo que hubo confusión.

Pero bien, luego de los acontecimientos se tomó la decisión de desarmar y mandar a los agentes municipales de la zona Valle a exámenes al C3. La decisión tomada por parte de las autoridades estatales fue dejarlos fuera de circulación, al menos una semana y posteriormente colocar a otros agentes municipales para las labores en el Valle, pero bajo el visto bueno del propio general Leopoldo Tizoc, una situación que difícilmente es aceptada por la propia corporación municipal y es aquí donde nace otro conflicto.

Hubo fuertes reacciones por parte de familiares de los agentes “acuartelados”, de las asociaciones policiales y hasta una denuncia ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Lo que vendrá en un futuro inmediato en la zona Sur del Valle de Mexicali es de pronóstico reservado, y aunque el secretario de Seguridad dice que con la llegada de elementos estatales y federales regresó la paz y tranquilidad a esa zona de la capital, es evidente que solo hay una tensa calma que está a la espera de quienes serán los nuevos encargados de los operativos y los movimientos que sucederán.

Quién será el nuevo “Sheriff”; solo esperamos no sea de un chocolate que se derrita fácilmente. La verdad sea dicha.

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.