Inicia otra etapa (1 de 2)

El pasado martes 1 de octubre inició una nueva etapa en la historia mexicana. En esta ocasión tanto por el cambio en la administración presidencial, como la figura de quien la dirigirá, pues es la primera vez que será encabezada por una mujer, la Dra. Claudia Sheinbaum.

Y ese comienzo debemos verlo con optimismo, como cada seis años, porque en sus primeros mensajes hizo mención a trabajar bajo un modelo de crecimiento incluyente y que, además, se recupere la seguridad; factor clave que ha sido evidente no existe en ninguna parte del país aunque sí aparentemente en Yucatán. Reitero yo también en esto porque es evidente que urge restaurar la seguridad a nivel nacional, tanto en carreteras, como para las personas y las mujeres en particular, erradicar los llamados pago de piso, chantajes y extorsiones.

Otro de los puntos a los que hizo mención la Presidenta, fue retomar el diálogo entre el sector público y el sector privado como hilo conductor (como mencionó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial) para destrabar diferencias, malas interpretaciones y decisiones autoritarias por parte del gobierno que han afectado a la iniciativa privada.

Habiendo tocado en general el tema del sector privado, mi optimismo general con el nuevo gobierno es por escuchar que hay una estrategia para la reconversión energética, lo que significa que podrán impulsarse fuentes alternativas a los hidrocarburos ¿podrán desarrollarse más energía eólica, por ejemplo, en la rumorosa recordando que al anterior presidente le afectaban sus ojos al verlos ahí. Incluso optimismo me da el saber que pueden retomarse algunas estrategias de colaboración pública-privada para impulsar fuentes renovables.

Otro punto positivo que resaltó en su primer día de gobierno la mandataria nacional. Me ref iero a que le da importancia a las relaciones internacionales de México, las cuales fueron distantes y en varias veces contradictorias en el gobierno anterior. Tema de relevancia, que ya está en la agenda de trabajo del gobierno actual, es la revisión del T-Mex, que inicia con trabajos de análisis e información el próximo año, a pesar de que la decisión final sobre el avance en su instrumentación será en el año 2026.

En efecto hay elementos para ser optimistas, pero deberemos ir viendo como va el desempeño, al menos en los importantes primeros 100 días como parece ser un parámetro de apreciación y premonitorio en todos los países. Pero, así como hay optimismo inicial, hay un número alto de retos a los que se enfrentarán la mandataria y el nuevo gobierno. Esto, estimados lectores lo retomo en la siguiente intervención.

* El autor es presidente de Index Mexicali.