Golpe de timón
Se viven tiempos de violencia, inseguridad, incredulidad, en la capital del estado y en general todo Baja California.
Se viven tiempos de violencia, inseguridad, incredulidad, en la capital del estado y en general todo Baja California.
Diversos casos marcaron la agenda policiaca la pasada semana en Mexicali: un joven estudiante de preparatoria acribillado por un comando armado; otro, de 22 años asesinado cerca del parque en ejido Sonora; tres hombres muertos, uno de ellos con un mensaje clavado en su cuerpo sostenido con una tijera; otro con una leyenda que advertía que fue asesinado por violar menores de edad.
Además cuerpos sin vida flotando en canales de la zona rural y urbana.
Ninguno había generado los desplegados y las reacciones en las redes sociales.
Hasta el viernes 17 de octubre.
El asesinato del arquitecto Raúl Enrique, de 35 años de edad sucedido afuera de un gimnasio ubicado en Justo Sierra y calle de los Laureles ha desatado la reacción de grupos empresariales, dado el origen de la familia del joven, su padre, un hombre dedicado a la construcción.
A la ola de violencia y recientes homicidios acontecidos tanto en el valle en sus zonas norte y sur, y por supuesto, el área urbana han acarreado un sinfín de reacciones, las cuales se profundizaron con el crimen cometido contra el joven arquitecto, sobre todo porque se habla de que ya habían sido amenazados él y su familia y se dice, incluso, de un posible cobro de piso.
Sin lugar a dudas que se espera que la Fiscalía trabaje a marchas forzadas para resolver este caso.
Insistimos, no que los otros crímenes no duelan a sus familiares, sino que en este crimen se habla de mucha presión de diversos grupos empresariales.
No debe crearse ni caerse en una zona de silencio o vacío informativo que profundice las conjeturas o especulaciones que es lo que menos necesitamos, primero, las víctimas directas y la sociedad en general, en segundo lugar.
Es más que evidente que a nadie le conviene en estos momentos, y por supuesto, ningún otro, el ambiente de inseguridad y de percepción de incremento de este terrible mal, debido precisamente a que se trata de generar un ambiente de tranquilidad para la atracción de inversiones económicas y no solamente por eso, sino por el derecho constitucional que tenemos como una garantía a sentirnos seguros al tomar las calles.
Luego de la publicación de sendos mensajes y posicionamientos públicos por parte de Coparmex y del Consejo Coordinador Empresarial, horas después de acontecido el lamentable asesinato del arquitecto, arrancaron también múltiples reacciones en contra de los propios hombres de negocios, en las redes sociales; había ciudadanos que estaban cuestionando que solamente en estos casos tuviesen la reacción que se requeriría la asumieran en cualquier otro evento criminal que estuviera aconteciendo en la capital Baja California.
Y es ahí donde quisiera centrarme, porque es evidente que le dieron a uno de los suyos; uno de los integrantes de sus cámaras de negocio y eso está generando presión hacia las autoridades estatales.
El silencio o vacío informativo de las autoridades policiacas no nos servirá, por las dudas y temores que se generen alrededor de este homicidio.
Son muchos los asesinatos en Baja California, casi 2 mil este año. Una situación que debe parar o cuando menos generar consecuencias hacia sus perpetradores.
Un golpe en el escritorio y sacudida en el territorio. Urge que la coordinación policiaca no solo sea una frase vacía.
La verdad sea dicha
*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.
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