Destructores, igual a maniqueísmo

Me vi obligado a entrar en el significado de maniqueísmo; (s.III, d. c.) fundado por el filósofo Maní, en el que plantea la oposición, la dualidad entre dos corrientes; en este caso de mi columna me refiera a la oposición política y no religiosa; rebatinga entre buenos y malos; la enfermedad o el fanatismo de los regímenes comunistas, que creyéndose los mejores, los más acertados, las genios de la gobernación, todo lo destruyen en bien de la oposición a sus credos y sus fanatismos políticos. Andrés Manuel López Obrador ordenó destruir o esconder en México monumentos con nombres de calles, sobre todo, de origen de España.

En los siglos XVI, XVII y parte del XVIII los misioneros españoles construyeron iglesias, misiones a lo largo de la península de Baja California, hoy todas destruidas a excepción de la de Loreto, que aún se conserva.

En California todas las misiones construidas en ese mismo trayecto se conservan, algunas en perfectas condiciones: San Diego; San Luis Obispo, entre otras… Qué cosa es esto; conjugación de maniqueísmo e ignorancia o incultura, de los políticos de México. O, en cambio como en California: muestra de Cultura y de sabiduría de los pueblos. Destruir los legados del pasado es sobre todo ignorancia (ahí te hablan Obrador). En México contamos con una cantidad sustantiva de pintores mexicanos con influencia de los maestros españoles, en bodega (¡En bodega!). Deben integrarse a un museo estas obras o es posible yo lo ignore, ya estén en algún museo, recuerdo que las he visto expuestas en algún lugar.

La Constitución de los Estados Unidos, cuyo origen data de 1787, no ha sido modificada durante más de doscientos años. Eso es, ni más ni menos, cultura de un pueblo; es decir, no Sr. un pueblo bronco y, maniqueo.

Hoy, los políticos maniqueos de Morena están empeñados en hacer una seria de cambios a la Constitución Política de México. Los mejores cerebros de nuestro país, en 1917 dieron forma a la Constitución que hoy tenemos, pese a que en estos años no han faltado presidentes que le han realizado algunos cambios. Hoy, los maniqueos de Morena (un adjetivo agresivo pero lo merecen, se han hecho acreedores a él) están impulsando un cambio fundamental a nuestra Constitución. Obvia señal de broncuda, obvia señal de incultura, obvia señal de maniqueísmo.

Algunas preguntas de “cajón”, es decir, obligadas a Obrador, a Monreal, a Claudia Sheinbaum: ¿Por qué en California, USA, sus ciudades y sus pueblos se siguen llamando San Diego, San Francisco, Los Ángeles, San Juan Capistrano, San Ramón, Santa María, Santa Bárbara,etcétera? Otra pregunta a los mismos y a cientos de fanáticos más: ¿Por qué en Estados Unidos en más de doscientos años no han realizado cambio de fanatismo, de maniqueísmo a su Constitución?

Esto es ni más ni menos un signo, para que usted lo entienda del gobierno que hoy tenemos, que por cierto, mantiene una buena dosis de positivismo pero que a la vez, nos acerca cada vez más al gobierno dictatorial; a Castro, a Nicolás Maduro, ya que Maduro, cambia sus Constitución a sus conveniencia, así de simple.

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.