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CECYTE: La otra caja chica

Hay instituciones o entidades de gobierno que históricamente son aprovechadas por los funcionarios para desviar recurso público.

Jorge  Heras

Hay instituciones o entidades de gobierno que históricamente son aprovechadas por los funcionarios para desviar recurso público o hasta desfondar áreas tan sensibles como las que prestan servicios en las calles, las que hacen obra pública, dotan de seguridad y realizan actividades educativas.

En el argot de la corrupción estás áreas de gobierno son denominadas como “Caja Chica”, que prácticamente con artimañas jurídicas y administrativas desfalcan al gobierno, desaparecen el rastro del delito y destinar el recurso económico, material y humano para darle uso privado; hacen de funcionarios y gobernantes pobres los nuevos ricos de la ciudad.

No es fácil hacer una “Caja Chica”, requiere de una habilidad administrativa, descaro político, tener a un buen asesor jurídico y técnico burocrático y sobre todo falta de ética.

En tiempos del PRI, las cajas chicas se centraban en casi todas las áreas, pero principalmente en PEMEX, CFE y Sedesol, mientras que en el PAN las áreas de seguridad, servicios públicos e inmobiliarias.

Desde la administración de Osuna Millán, el panismo se dio cuenta del crecimiento del sistema de educación media superior que significaba CECYTE, por lo que generó una serie de estrategias para que desde Oficialía Mayor y Finanzas administraran el presupuesto de inversión (el cual cada año tenía un crecimiento). Por eso Blake Mora, Oscar Vega Marin y Edgardo Contreras orquestaron un complot contra Carlos Jiménez Payán para literalmente encarcelarlo sin un procedimiento administrativo ni tiempo de subsanar observaciones y con ello justificar un supuesto desvío de 54 millones de pesos. Todo esto porque no se prestó a la corrupción en una serie de contratos de equipamiento de cómputo.

Este fue el inicio de CECYTE como Caja Chica en BC desde 2008.

Con Kiko Vega, el funcionario de CECYTE más criticado y exhibido por el mal manejo del recurso fue el Director Administrativo, Ricardo Vargas Ramírez, quien al final fue destituido y de quien pesa la cuenta pública 2019 que fue reprobada por el Congreso local.

En tiempos de Jaime Bonilla se vio uno de los episodios más opacos del CECYTE con la pésima administración y nepotismo que había con el Director General, Jorge Alberto Castro Bozzo, esposo de la secretaria de la Honestidad y Función Pública de esa administración, Vicenta Espinoza.

Después se vino el premio de consolación para el PT, la gobernadora Marina del Pilar Ávila le cedió esa cuota de poder a Armando Reyes Ledesma, líder de ese partido en la entidad, quien terminó por colocar a Christian Dunn como Director General.

Por las protestas de docentes y personal administrativo de CECYTE en Tijuana y Mexicali es que descubrieron el hilo de corrupción en la gestión de Dunn, en complacencia o complicidad de la Directora de Administración, el Subdirector de Finanzas, la Jefa de Recursos Humanos, la Jefa de Estructuras, el Subdirector de Zona Costa y los Operadores de comercialización.

Las acusaciones van desde la homologación de plazas de docentes únicamente a amigos personales y afines al PT en Ensenada, la compra y renta de mobiliario para actividades partidistas y personales, hasta las adjudicaciones directas y contratos que carecen de evidencia documental y física.

El colmo es que a través de eventos como graduaciones obtuvieron ganancias millonarias qué hasta la fecha no han podido comprobar, como el cobro de boletos de 450 pesos para la graduacion a al menos 3 mil estudiantes por semestre, la renta de togas y placas para los alumnos con un costo de 2,200 pesos. La tranza es que cobraban en efectivo porque todo eso ya está presupuestado para que sea erogado con recurso de CECYTE.

De igual forma hicieron negocio en los eventos de aniversario de CECYTE hasta con compras de estufas y carpas que no eran necesarias y que hasta el momento no aparecen.

El problema es que tras la crisis, todos pensamos que esto iba a cambiar. Pues NO, resulta que CECYTE pasará de “guatemala a guatepeor”, pues de ser cuota del PT ahora será cuota del Netzsismo con la llegada de Arnoldo Douglas y Luis Miguel Buenrostro a la Dirección Administrativa y Finanzas y a la Dirección General, respectivamente. De Buenrostro, al interior no lo ven mal por el excelente trato que dio a CECYTE en su último encargo como Subsecretario de Educación, pero de Douglas solamente hay pésimas referencias como regidor y como Director Administrativo de COBACH.

Es más que evidente que no están ahí por su conocimiento y destreza en el sector educativo si no por su cercanía y operación con Netza Jauregui, secretario del Bienestar. Su ascenso meteórico muy al estilo de la 4T de BC solamente es comparable con Miguel Ángel Bujanda.

REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: Los mejores ejemplos de cajas chicas en BC son ISSSTECALI y CESPM. Miren en qué terminaron: Desfondadas, insostenibles, con una alta carga de personal en áreas administrativas y que son las más utilizadas para el uso de recursos y operatividad del personal en campañas políticas. Para allá va CECYTE, el INJUVEN y otras más de las que estaremos hablando en su momento.

*- El autor es periodista de Baja California.

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