Zona Sísmica

Definiciones

Sin duda hoy será un día de gran importancia para México, para Estados Unidos y para el mundo, donde se podría decir que se definirá la situación tanto nacional como mundial por dos acontecimientos: En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analizará la constitucionalidad de la llamada “reforma judicial”, mientras en el vecino del norte definirán si vuelve Donald Trump a la Casa Blanca o le dan un portazo, para meter a Kamala Harris, quien sería la primera mujer a la Sala Oval.

Primero, en el caso de México, ambos eventos marcarán un precedente sobre lo que viene para los próximos años.

En el caso de la sesión de la SCJN, los togados van a analizar el proyecto de sentencia elaborado por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien considera parcialmente inconstitucional la “reforma judicial”, entre ellos por el despido de Jueces y Magistrados, así como la elección por “voto popular” de quienes aspiren a esos cargos.

A como está la situación, cuando termine la discusión y se someta a votación, seguramente ocho ministros votarán a favor del proyecto, mientras las ministras afines y entregadas al oficialismo, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama, votarán en contra.

Aquí lo interesante viene después, porque si la mayoría de la SCJN invalida parcialmente la “reforma judicial”, tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo han advertido y amenazado con desacatar al máximo tribunal del país.

Incluso, la semana pasada la mayoría caliDefiniciones ficada oficialista en el Congreso de la Unión y en los congresos estatales, incluido el de Baja California, avalaron la “supremacía constitucional” para evitar que procedan las acciones de inconstitucionalidad y cualquier otro recurso contra las reformas que se realicen a la Constitución, con lo que se pretende neutralizar lo que hoy determinen los ministros.

Si hay desacato por parte del Ejecutivo y el Legislativo la SCJN puede solicitar el apoyo de la fuerza pública para hacer cumplir esta disposición y a nivel internacional se perdería la confianza en la justicia mexicana.

TRUMP O KAMALA

Del otro lado de la frontera norte tampoco el horno está para bollos. Los americanos definirán si quieren a los demócratas abanderados por la ahora vicepresidenta Kamala Harris o al republicano Donald Trump.

Para México y para los estados fronterizos la situación puede ser más que preocupante, porque ambos aspirantes a la presidencia de la Unión Americana han amenazado con endurecer los controles para impedir la migración irregular, principalmente de sur a norte del continente, es decir toda la que pasa por México.

Solo que en el caso del magnate ha ido aún más allá: Amenaza con deportar a “millones” de mexicanos y, como diría el ya fallecido conductor de televisión Raúl Velazco, aún hay más, porque también amenaza con imponer aranceles de 25% a las importaciones mexicanas si la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no frena el fijo de migrantes y drogas hacia los Estados Unidos.

Trump ya conoce de qué pata cojean los políticos mexicanos, porque cuando fue presidente, y él mismo lo ha relatado en sus mítines, doblegó con facilidad al entonces presidente López Obrador, para poner “gratis” un muro de soldados y guardias nacionales mexicanos en la frontera de México con Chiapas para frenar a los migrantes.

Así que tanto en México como en Estados Unidos la situación está de mírame y no me toques.