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Energía para movernos

Hay un tema que siempre estará vigente en las políticas públicas, aunque también entre los factores que más revisan las empresas y los inversionistas.

Salvador Maese Barraza

Hay un tema que siempre estará vigente en las políticas públicas, aunque también entre los factores que más revisan las empresas y los inversionistas. Me refiero a la energía. Si bien hay varios tipos de ésta, tomo el tema particularmente sobre la eléctrica.

Así, entre las principales ventajas de la relocalización, lo que escuchamos como nearshoring y friendshoring, no hay que perder de vista los componentes de optimización y reducción de costos en las operaciones de las compañías. Sin ellos no podremos atraer empresas. Por otro lado, debemos considerar que se fomenta la generación de empleos y el desarrollo económico en donde se trasladan las plantas de producción o se amplían las líneas de manufactura para exportación.

El nearshoring también viene a ser un reflejo de factores como la eficiencia y la puntualidad, si vamos más allá, debe ser bajo modelos de productividad. Entendido esto, no puede haber escasez de energía eléctrica, como tampoco de agua y gas. Lo señalo porque la relocalización representa una oportunidad para reestructurar la industria nacional e incorporar un mayor valor agregado a nuestros productos, así como para tener una mano de obra más especializada, más tecnificada. Aprovecho para recordar que la ventana puede ser pequeña y temporal si no damos respuestas a los requerimientos de un aumento en demanda de energía.

Si, el abastecimiento de energía es clave para muchas empresas (localizadas y/o con interés de venir), particularmente en el sector de manufactura como lo hacen las IMMEX de Mexicali y el resto en Baja California; no olvidemos que los servicios también requieren de abastecimiento garantizado.

Para potenciar la ventaja de cercanía con Estados Unidos y todavía el T-MEC antes de que sea cuestionado y revisado por el nuevo gobierno al mando de Trump, empresas en actividades de alto valor y tecnología como la de partes para aviones y autos, médica, electrónica y metal-mecánica, tienen que evitar desafíos en la garantía de suministro energético. Es una constante que escucho y que presentamos en las reuniones con autoridades, pero también en nuestros acercamientos para promover los proyectos de manufactura exportadora.

Siendo realistas, la falta de suministro eléctrico puede dificultar las operaciones, generar retrasos en las entregas y aumentar los costos de producción. Además, el atraer empresas o ampliarlas por la relocalización, conlleva iluminación en las casas, refrigeración y preparación de alimentos, actividades de educación-comunicación-entretenimiento; aparatos de clima en el hoja y negocios; lavado de ropa; así como servicios médicos y de salud públicos y privados, entre otros.

Quiero mencionar dos algunos retos y efectos o comentarios de cada uno. Hay que enfrentar el cambio climático, por lo que debemos avanzar en esquemas de autogeneración con fuentes renovables; otro reto es el contribuir a reducir la huella de carbono, que al no hacerlo la empresa central de energía, puede disuadir a empresas al seleccionar a Mexicali (y Baja California y México) como un destino atractivo de inversiones

Sin energía, en pocas palabras, seguiremos sin enfrentar el desafío de modernización y mantenimiento de la red energética, lo que derivaría en apagones o intermitencias que afecten nuestros procesos y nuestros equipos de manufactura.

*- El autor es Presidente de Index Mexicali.

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