Hay que platicar más en 2025
La plática es una forma de intercambiar ideas y pensamientos, proyectos y experiencias, muchas veces de ellas sacamos soluciones a problemas de los cuales no veíamos una solución.
La plática es una forma de intercambiar ideas y pensamientos, proyectos y experiencias, muchas veces de ellas sacamos soluciones a problemas de los cuales no veíamos una solución. Las pláticas entre la familia logra disipar malos entendidos y rencores, aunque ahora es más difícil por la existencia de los teléfonos celulares que mantienen a los interlocutores más pendientes de los mensajes por WhatsApp que lo que está diciendo.
Cuántas veces al terminar una reunión con amigos cada quien toma su camino y va recordando las palabras que más le impactaron o gustaron, también vamos conociendo más a nuestros amigos por lo que dicen, incluyendo sus tendencias políticas o religiosas. Las pláticas deben ser entre los amigos un intercambio de ideas, sin embargo hay quienes quieren siempre ser el centro de atracción y la conversación se convierte en monólogo y por lo tanto no hay intercambio de pensamientos.
Quisiera recomendar a los políticos, principalmente a los diputados y diputadas que practiquen conversar con la gente, de todos lados de las ciudades y poblaciones en general y no solo con quienes comulgan con sus principios políticos, como desgraciadamente lo hacen.
¿Cuántas ideas y soluciones podrían adquirir de la gente, de todo la gente? Pero ahora no se trata de conocer nada que no sea lo que estos políticos escuchar, sobre todo cuando son halagos y aplausos por un techo en un patio de una escuela o una despensa. Sería más rico para ellos tener conversaciones de profundidad con los contrarios, haciendo un lado su fanatismo y lo digo para todos los diputados y diputadas de todos los colores.
Hay quien dice que una buena conversación se lleva cabo con un grupo de 5 personas o 7, pero es importante que todos participen y no se conviertan en espectadores de un partido de tenis que ven pasar la pelota sobre la red y es golpeada por el retador quien la devuelve hasta que termina el encuentro.
Hace años se podía platicar con los alcaldes, gobernadores o cualquier otro tipo de funcionarios que, en ocasiones, hasta uno podía sacar tema para un reportaje y ellos, tal vez, adquirir las inquietudes de la gente que a través de nosotros se las dábamos a conocer.
Después de una rueda de prensa se podía conversar libremente, ahora, con el nuevo sistema nos hacen una invitación a una conferencia de prensa y en el domicilio donde uno se registra le dicen que si quiere uno hacer una pregunta o no, uno pone sí, pero al momento de estar en la conferencia, que más bien es, primer, un monólogo y luego la palabra pasa por otras personas y uno queda nomás mirando y escuchando, entonces se escuchan las intervenciones no permitidas de compañeros e incluso uno, preguntando arrebatadamente. No hay diálogo.
Hay que conversar con la gente, muchas veces lo hago con quien me presta un servicio como un taxista, un vendedor, con quien me corta el cabello. Converso con policías, con quienes camino todos los días. También platico con mi familia y amigos. Nos reímos y recordamos hechos que nos unen. Tengo un programa con unos amigos por Facebook, se llama La Vieja Guardia y se trasmite por Facebook/A tiempo radio.com, conversamos y tocamos temas del momento, no siempre estamos de acuerdo pero es eso que nos distingue, la diferencia de opiniones, aprovecho para saludar a mis amigos Arturo Galván Álvarez, Guadalupe Villalobos Guerrero y Víctor Martínez Ceniceros, de una a dos de la tarde.
Así es que es importante conversar, platicar, charlar o intercambiar palabras con la familia, sin celulares por supuesto, con amigos, con compañeros de trabajo, con los jefes o subalternos, con todos aquellos que tienen que ver con tu vida. Buen propósito para este 2025.
*- El autor es periodista independiente.
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