Origen de la plástica de BC (II)

En el primer envío de este tema debo destacar dos comentarios que puntualizan el por qué yo escribo al respecto, y destaco: por ser de hecho en mi trayectoria, parte de lo mismo y por no haber otro artista plástico interesado en esa narrativa, salvo Roberto Rosique, maestro de la Facultad de Artes de la UABC en Tijuana y Gabriel Trujillo Muñoz siempre interesado al respecto de estos eventos.

En el año de 1955 se funda o se establece la primera Escuela de Artes Plásticas en Mexicali, en lo que era en aquellos años la escuela Cuauhtémoc, hoy Casa de la Cultura. Nada al respecto existía en Tijuana o Ensenada, las dos ciudades más importantes en aquellos años en Baja California.

La llamada Escuela de Artes: José Clemente Orozco de hecho solo era un taller libre con pocas orientaciones académicas y obedecía más al entusiasmo y empeño de su fundador, Fernando Roble Dávila, al perecer según lo escuché alguna vez comentar era de origen poblano. La admiración que el maestro Robledo tenía por el gran pintor mexicano José Clemente Orozco lo llevó a llamar esta escuela “José Clemente Orozco”, que con los años este escuela que aún existe dejó de usar este nombre extraordinario, producto a la vez de la relativa ignorancia o descuido de nuestra parte por conservar este nombre; descuido mío a la vez ya que fui muchos años director de la misma pero no del ICAE, en los cincuenta y sesenta o escuela de Bellas Artes en la actualidad. El importante nombre de José Clemente Orozco desapareció en el ir y venir de funcionarios de la Secretaría de Educación del Estado. Me resulta fundamental pronunciarme ante los actuales burócratas de la Escuela de Bellas Artes en lo que se convirtió, en los tiempos del profesor Jorge Charles Piña. Debo reiterar que aquel Taller de Artes Plásticas hoy intenta ser una escuela de dibujo, pintura, modelado, escultura, cerámica etc.

El profesor Robledo hasta su fallecimiento, 1963, defendió este taller escuela, y al morir el director del ICAE (Instituto de Ciencias y Artes del Estado), profesor Salvador Jiménez Gómez, me nombró a mi director de la misma escuela.

Es obligación tratar este asunto porque de hecho a partir de esta fundación tiene origen la plástica de Baja California, como lo iré puntualizando en el contenido.

A la vez, en este transcurrir en la fundación de esta escuela o taller, en Mexicali, participan o colaboran con el maestro Robledo, Jesús Álvarez Amaya y Florencio Ruiz. El primero, procedente de la ciudad de México, alumno de la escuela de San Carlos, la principal escuela de Artes Plásticas del país. Amaya, me dijo, que había sido enviado a Mexicali, por el director del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) para pintar un mural en Mexicali y el enviado lo hizo en el vestíbulo del entonces Palacio Municipal, hoy propiedad de la UABC, frente a la escuela Leona Vicario. Hasta hoy el mural de Amaya se conserva y es obligado que la UABC no lo borre o lo destruya. He aquí una advertencia al director de la Escuela de Artes de la UABC y al mismo rector.

Álvarez Amaya y Florencia Ruiz colaborando con Fernando Robledo se retiraron del mencionado taller o escuela en Mexicali, por la falta de apoyos oficiales o empleo formal, ya que hasta aquel momento la multicitada escuela no contaba con presupuesto oficial, lo que motivó la salida de estos dos ex alumno de San Carlos. Florencio, vivió siempre en Mexicali y por años se dedicó a pintar con retícula, el retrato de los gobernadores en turno; lograba un excelente parecido con los personajes, a finales de los cincuenta y sesenta.

Por los primeros años de la década de los sesenta los alumnos de Fernando Robledo y míos a la vez impulsan un importante movimiento de arte (pintura) en la ciudad de Mexicali. Exposiciones en los espacios donde los había: pasajes, edificios públicos, en los pasillos del IMSS, en el edificio Pedro Bernal, plaza al sur de lo que hoy la López Meteos, y Azueta, y bancos, jardines de arte en el bosque al norte del desaparecido Palacio de Gobierno, hoy oficinas de la UABC.

Aquel movimiento inicial por los citados alumnos y el mío propio dan de hecho el origen de la plástica de Baja California. La calidad de aquellos intentos “pictóricos” no pasaba de ser de aficionados al arte. Lejos estábamos los alumnos y yo en lo personal, con una solidez académica. Pero aquella actividad, aquel movimiento trascendía en los habitantes de esta ciudad.

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.