Zona Sísmica

Jueces

A medida que avanza en Baja California el proceso para efectuar la elección de Magistrados y Jueces locales en la entidad, parece ser que son bastantes los que preferirán dejar el cargo a participar en la “tómbola” para ver si pasan a la fase de la elección por medio de las urnas.

Son varios los juzgadores consultados quienes, de plano, no están de acuerdo con ese sistema. Argumentan que han estado en el Poder Judicial del Estado, donde han logrado construir una carrera judicial de dos o tres décadas, para que de repente todo se eche al cesto de la basura porque, por una ocurrencia ex presidencial, se decidió elegir a los juzgadores por medio del voto popular.

Es por ello que varios jueces han optado por hacerse a un lado y renunciar al cargo, quedándose al menos con un haber de retiro y evitando “hacerle el caldo gordo” al sistema.

El argumento de muchos es que, aunque sean competentes y experimentados, si participan podrían perder ante personajes inexpertos que, quizá, hasta egresaron de una escuela “patito” pero resultan ser más populares.

Así que, para ellos, mejor no vale la pena arriesgarse.

DOBLADO A TUITAZOS

Te lo digo Petro para que lo oigan todo los demás. Esto es lo que parece haber dicho el presidente Donald Trump el pasado domingo, cuando

El mandatario colombiano se puso al tú por tú contra el gringo luego de que le enviaran dos aviones militares con migrantes “esposados” como si fueran delincuentes. Aparentemente, el ex guerrillero centroamericano esperaba que fueran tratados en primera clase.

Parece que Petro no midió las consecuencias de sus tuits, ya que el presidente gringo, decidido a demostrar su poder, respondió con amenazas contundentes. Estas incluyeron imponer aranceles de hasta un 50% a los productos colombianos y la cancelación de visas estadounidenses para los funcionarios de ese país.

Ante esta presión, el colombiano tuvo que recular vergonzosamente. Finalmente, con la cola entre las patas, aceptó recibir a los migrantes en su territorio.

Esto no es más que una demostración de que el gringo está dispuesto a ejercer su poderío, especialmente contra países más débiles. Entre ellos, obviamente, se encuentra México, su socio comercial y vecino.