Plástica de Baja California-III
Al morir el maestro Fernando Robledo, fundador de la escuela o taller de Artes Plásticas.

Al morir el maestro Fernando Robledo, fundador de la escuela o taller de Artes Plásticas, jugando un partido de softbol, con sus alumnos en los campos de la Escuela Normal Urbana Fronteriza donde a la vez era maestro, sucedieron cambios en su estructura, inevitables.
El maestro Salvador Jiménez Gómez, director del ICAE, (Instituto de Ciencias y Artes del Estado, tiempo del gobernador Braulio Maldonado) y parte del gobierno de Raúl Sánchez Días acontecieron en la escuela cambios lógicos y necesarios de esperar. El maestro Jiménez me nombró a mi como nuevo director encargado de la escuela: “Los alumnos del grupo “Símbolo”, están luchando por la dirección. Yo te tengo confianza aun siendo muy joven ya eres además profesor del taller o escuela”. El grupo Símbolo estaba formado por Manual Aguilar, gran admirador de Robledo, Ruth Hernández, Sergio Bórquez, (periodista), y Rodrigo Muñoz, principalmente.
El taller desde el tiempo de Robledo, ocupaba con sus caballetes y estuches de pintura, todo el salón de actos de la escuela Cuauhtémoc. El director del ICAE le pidió a Robledo que desalojara; era lógico; toda la tarde lo ocupan los alumnos del taller e impedían a la vez otros actos propios del ICAE. En la Cuauhtémoc, en la década de los cincuenta y parte de los sesenta, se encontraban, artes plásticas, la escuela Normal Urbana Federal Fronteriza, la escuela de contadores privados, teatro música, danza y una escuela de belleza. Aquellos años en el edificio, había una multitud de estudiantes que llenaban los espacios.
Total, al taller de la escuela de artes lo ubico Robledo bajo las gradas de la cancha de básquet y finalmente el maestro Cándido Zatarain Salmerón, nuevo director del ICAE, construyó un salón para artes plásticas, al norte del estacionamiento. (Ya fue destruido).
Continuando con los orígenes de la Plástica de Baja California, los alumnos del grupo Símbolo y de la propia escuela impulsan un momento que trasciende en Mexicali y toca la mente del gobernador Milton Castellanos. El gobernador instaura en su administración un director de Asuntos Culturales; antes solo existía la Secretaría de Educación. Nombra Milton a Jorge Esma Bazán, traído del sur y cuya actividad era el teatro. Con él se inicia, a partir de su apoyo a la cultura, un despertar o movimiento trascendente en las artes, el teatro y la pintura.
Para iniciar en la residencia del pintor José García Arroyo, que era originario de Jaral, Guanajuato y sin ser alumno del taller citado visitaba con frecuencia la escuela citada por amistad y era a la vez pintor libre, por afición; practicaba el en su obra el estilo impresionista por frecuente amistad con el pintor Alejandro Carranza, radicado en esos años, con una cultura al respecto que nos inculcaba a los jóvenes y admirador de la escuela impresionista de: Monnet, Manet, Utrillo, etc.
En la residencia de José (+ 1987), tomábamos vino y conversábamos, incluida la escultora Juana Valdez, mi esposa; y un gran amigo: Salvador Mora, entre otros.
Un noche de tantas nos visitó María Luisa de Yarza que conociendo plenamente nuestra conexión con el arte nos pidió que le apoyáramos para fundar en la escuela Cuauhtémoc la Casa de la Cultura y en lo general no había encontrado apoyo al respecto ni del el gobierno ni de la sociedad al respecto. Decidimos al respecto una estrategia: hacer una gran exposición de todos y traer de México; del INBA, personas que la inauguraran. Lo hicimos. Continuará.
*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad deArquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.
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