¿Cuándo reventará la “burbuja”?
Érase una vez un Teniente Coronel...

Érase una vez un Teniente Coronel...
En su primer mes como director de la Policía de Mexicali, al Teniente Coronel Julián Leyzaola le han brotado conflictos, amenazas, enredos, negativas, desencuentros y rechazos.
Es una historia con un prólogo mal logrado por los yerros propios de quien desconoce una ciudad, su gente y la nueva dinámica de los gobiernos que se dicen de izquierda.
Érase una vez un Teniente Coronel que quería vivir en el Cuartel, imploró e imploró hasta que los militares le negaron volver, y en este cuento mal logrado los ciudadanos quedamos sobrando.
La inseguridad de Mexicali NO es una historia sencilla de manipular con un plumazo o con un circo mediático. La realidad de la violencia es tan cruda y con un impacto distinto en cada familia que no se puede esconder, maquillar o tergiversar, la tenemos frente a nosotros con delitos como violencia familiar hasta el narcomenudeo y asesinatos en la vía pública.
Es por eso que como sociedad requerimos elevar el debate y nuestros cuestionamientos a la autoridad, pues esto no se trata de una batalla de rally de universidad, cada decisión que se toma en la Dirección de Seguridad Pública tiene una trascendencia mayor a la que se piensa. La política de seguridad pública de un gobierno es la piedra angular de una administración.
Hoy en día solamente conocemos al Leyzaola de las controversias mediáticas: primero con la respuesta que dio a las narcomantas colocadas en su primera semana como director; la segunda con su pronunciamiento vago hacia los grupos del crimen organizado que se adueñaron de la ciudad y el Valle; y la tercera con su necedad de vivir en el cuartel militar como lo hizo en Tijuana y Ciudad Juárez cuando ocupó el mismo puesto.
Llevamos dos semanas con el debate público sobre si Leyzaola debe vivir en el cuartel militar, como si su residencia tuviera un efecto positivo o negativo en su estrategia contra la delincuencia. Claro que es un pésimo mensaje que viva encuartelado y con agentes pagados con el erario de Tijuana, como también es una pesima posición la que adopta el Teniente Coronel cuando se le cuestiona sobre temas de seguridad en eventos públicos del gobierno, ya que le molesta ser abordado por todos los medios de comunicación en un mismo lugar, y es que prefiere que las preguntas de la prensa sean individuales y entrevistas cortas en su oficina o en un lugar que él elija.
El problema es que nosotros como sociedad nos hemos perdido en esos debates estériles. Hasta el momento, Julián Leyzola no ha entregado su plan de trabajo al Cabildo, mucho menos ha hecho público los ejes de su política de seguridad.
Mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum, en sus primeros dos meses como mandataria federal, presentó los ejes y estrategia de seguridad nacional, y de manera paralela García Harfuch daba cuenta en las mañaneras de los operativos y resultados del trabajo de campo, acá en Mexicali no tenemos ni idea como Leyzaola disminuirá los índices delictivos y como reestructurará a la corporación para lograr mejores resultados en la percepción ciudadana.
Leyzaola llegó con su curriculum y resultados con gobiernos panistas, con el apoyo incondicional de la Gobernadora y con el cariño de un grupo de la población que lo acoge como un héroe y salvador.
El Teniente Coronel no es transparente, es autoritario, unilateral e inaccesible para muchos sectores de la población, justamente lo que ha MORENA parece encantarle para las áreas de seguridad, un perfil de Derecha.
¡Ojo!, tampoco se trata de tener un Director dicharachero y buena onda.
Por cierto, el sector empresarial le armó una campaña en redes y medios en su contra, porque Leyzola no les cumplirá sus caprichos a los que están acostumbrados, desde dotarles de seguridad personalizada para sus eventos, reuniones de acercamiento y hasta salvarles de borrachazos de fin de semana.
REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: Los regidorxs, la Comisión de Seguridad Pública del Cabildo y los diputadxs de Mexicali no han emitido ningún posicionamiento sobre Leyzola. Hasta los activistas más rudos están pidiendo un voto de confianza.
Cuestionamos, problematicemos y levantemos la voz, sino nos seguirán gobernando por ocurrencias y recomendaciones.
*- El autor es periodista de Baja California.
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