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La disciplina personal

Es un tema fácil de entender, pero complejo de llevarlo a cabo.

Eduardo Tafoya Ortega

Es un tema fácil de entender, pero complejo de llevarlo a cabo. Muchas personas desean el resultado, pero no están dispuestas a meterle horas que esto implica, es decir, quiere ser parte del resultado, pero no quieren ser parte del proceso.

Definitivamente la disciplina personal es clave para alcanzar nuestros objetivos personales y profesionales. Muchas personas tienen grandes habilidades y se plantean grandes retos, pero a lo largo de la vida son pocos los objetivos que han conseguido alcanzar ¿A qué se debe esta situación? ¿Por qué las personas talentosas no siempre logran lo que se proponen? Las razones pueden ser varias, pero sin duda una de las principales es la falta de disciplina personal.

Disciplina es hacer lo que tienes que hacer, cuando tienes que hacerlo aun cuando no quieres hacerlo. Es un hábito que se desarrolla con el tiempo y que ayuda a alcanzar objetivos. Una cosa es pensar en hacer algo (imaginarlo) y otra bien distinta es ponerse manos a la obra y mantenerlo en el tiempo. Puede haber varias razones por las que esto ocurra, hoy vamos a tratar una de ellas, la falta de disciplina personal o autodisciplina.

¿QUÉ ES LA DISCIPLINA PERSONAL?

Es un concepto que en determinados ámbitos tiene otras connotaciones porque se asocia con normas impuestas por otras personas e incluso con sanciones en caso de incumplimiento. En esta ocasión me voy a centrar en la disciplina elegida, en esa serie de reglas de actuación que una persona decide adoptar tras un compromiso consigo mismo (a) para alcanzar los objetivos que desea. La disciplina es una elección consciente y consistente, es decir, estable, que desemboca en una actuación alineada con un objetivo; es realizar lo que te has propuesto como y cuando has definido para alcanzar una meta.

Una de las tareas más importantes en la vida es generar disciplina, un hábito que te ayudará a cumplir tu objetivo, sea cual sea. Las personas exitosas son disciplinadas y, por lo tanto, tú también deberías de serlo si es que aún no lo eres.

La disciplina es COMPROMISO. Sí, porque para ser una persona disciplinada debes comprometerte contigo a mismo (a) a seguir cada paso para alcanzar o llegar a eso que tanto anhelas. Puedes ser creativo, confiado, estoico e inteligente, pero es la disciplina lo que te llevará al éxito que tanto quieres.

Crear disciplina significa tener claro tus objetivos, de manera que lograrás planificar cada paso en tu vida. Si no eres disciplinado, definitivamente no podrás alcanzar el éxito en tu ámbito laboral, personal o cualquiera que sea.

La disciplina es, en resumen, la coordinación de tus actitudes para conseguir un orden que te lleve a conseguir diversos propósitos. Un ejemplo claro de éxito y disciplina es esforzarte día a día en el trabajo y hacer bien tus labores para conseguir un ascenso o un aumento.

De niños, por ejemplo, la disciplina se hace presente cuando nuestros padres nos enseñan a dormir temprano y organizarnos un día antes para tener todo listo para mañana. Tener disciplina también te llevará a un nivel de madurez necesario en tu desarrollo personal.

¿Qué te aporta la disciplina personal? Credibilidad, autoestima y confianza en ti mismo, tranquilidad personal, ocuparse en lugar de preocuparse, mayor eficacia personal y nuevas oportunidades y finalmente es un acto de libertad.

Los sueños no se conquistan con suerte, sino con propósito, dedicación y disciplina - Anónimo-

No se vale decir “es que yo no tengo voluntad”. Como todos los recursos personales, la autodisciplina requiere un entrenamiento y se adquiere paulatinamente. Se trata de tomar la decisión consciente y responsable de trabajar para adquirirla.

Eso sí, como cualquier cambio, al principio te producirá cierta incomodidad porque estarás ampliando tu zona de confort, pero una vez que la hayas adquirido, ese modo de actuar “te saldrá” de forma automática porque formará parte de ti. La clave es aprender a disfrutar de las tareas realizadas cuando y como te has propuesto.

Aplícala globalmente, en tus actividades profesionales y personales. No es compatible tener tu zona de trabajo perfectamente ordenada y la sala de tu casa hecho un caos, ser riguroso(a) con tu agenda profesional y olvidarte de las actividades de tus hijos.

El primer paso para entrenarla es elegir un objetivo motivador y diseñar un conjunto de pasos a seguir para alcanzarlo, los que tú decidas, e ir implementando nuevas acciones progresivamente.

Se dice que en instalar un nuevo hábito se invierte alrededor de un mes. Tal vez exija un poco más de tiempo romper con la dinámica de actuación que has tenido instalada durante muchos años. Lo importante es empezar.

Este artículo ha sido revisado y editado por mi hija la niña Ixchel Gabriela Salgado Lizárraga que con tan solo 12 años corrige la redacción, gramática, ortografía y sintaxis., entre tantos talentos que tiene. Gracias Gabita por ser tan VALIENTE y SIEMPRE estar dispuesta a apoyarme.

No somos los de antes…somos los de ahora en ADELANTE.

*- El autor es Director de Tafoya y Asociados.

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