Bonche
Por angas o por mangas, son incontables las ocasiones que en este espacio me he autodefinido como desmenuzador de palabras y perseguidor de significados.

Por angas o por mangas, son incontables las ocasiones que en este espacio me he autodefinido como desmenuzador de palabras y perseguidor de significados. Un montón de veces, un titipuchal, un bonche...
Le advierto que perderá su tiempo buscando inútilmente el vocablo bonche en el Diccionario de la Real Academia de la lengua española; porque de plano no la va a encontrar. De hecho, somos un puñado los que seguimos utilizado de oquis la expresión bonche.
En cambio, titipuchal si está incluida en el DRAE, definiéndola como cantidad considerable de lo que sea. Será porque proviene del náhuatl tliltic ‘cosa negra’ y potzalli ‘montón de tierra’. Y bonche es un modesto anglicismo que se coló al español...
Bonche se define como “una buena cantidad de algo” en el libro “Las de endenantes” de Bruno Newman. Iguanas ranas (igualito, pues) yo hablo y escribo usando comúnmente “las de endenantes” para comunicarme con creatividad e ingenio. ¡Con chispa, caray! Porque está en mi esencia de ser mexicano de cabo a rabo.
Así le doy vuelo a la hilacha y le entro parejo a las palabras, decires, frases y expresiones coloquiales. Porque -como decía Cantinflas “ahí está el detalle”- entrarles parejo de pe a pa. Sin estar agorzomado, achicopalado o agüitado; ni maiz paloma, porque mis lectores me ventanean cada martes dicharachero y vivaracho...
Y, en menos de lo que canta un gallo -palabra por palabra- como de rayo voy de la seca a la meca tratando de tocho morocho. Así es como me gusta pegarle al clavo habiendo escrito ya un bonche de artículos.
LA PALABRA DE HOY: BONCHE
Irónico resulta que bonche proviene del inglés bunch, que significa manojo, puñado, racimo, ramillete, ramo. Dándole en español una acepción similar como agrupación en gran volumen. Lo dicho, un montón -que puede ser- de personas reunidas en una fiesta, juerga, pachanga, parranda. O bien, conjunto de cosas en gran cantidad. Un titipuchal. Un bonche.
DE MI LIBRERO: LAS DE ENDENANTES
En el prólogo de este libro, Pablo Boullosa dice: “Yo ya sabía que Bruno Newman, además de ser un gran promotor de la lectura y un exitoso empresario de la comunicación, echado pa’ delante, era coleccionista de las de endenantes”...
Y para calentar motores cita tres frases muy mexicanas: Échate este trompo a la uña, me salió de oquis y niguas. Y un poco más adelante escribe fierros, lana, marmaja, morlacos y pachocha para referirse al dinero. También, por aquello de no te entumas, le saco al parche y tu abuelita en bicicleta, queriendo decir por precaución, tener miedo y no te creo.
Boullosa hace una mención especial del diseñador gráfico Gonzalo Tassier, quien con humor y sabiduría ilustra en cada plana una frase o una palabra haciendo aún más divertido y memorable el recorrido de sus casi 200 páginas.
El autor, Bruno Newman declara que en esta colección de “Las de endenates” hay doble sentido, humor, picardía, “jiribilla” en cantidad enorme; o sea, un titipuchal, un bonche.
*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí