El barco que no llegó
El Papa Francisco sin duda lo cumplió hasta el último día, todavía el Domingo de Pascua...

El barco que no llegó
El Papa Francisco sin duda lo cumplió hasta el último día, todavía el Domingo de Pascua, un día antes de fallecer, salió a dar la bendición a la gente en la Plaza del Vaticano. Sería su última aparición.
El 11 de octubre de 1927 sale del puerto de Génova en Italia el barco SS Princesa Mafalda con más de mil 200 pasajeros. Va rumbo a Argentina y la mayoría son personas que van en busca de un mejor futuro en América del Sur.
Desafortunadamente, a punto de llegar a su destino, frente a las costas de Brasil el barco tiene una avería y empieza a filtrarse agua y termina hundiéndose. Más de la mitad de los pasajeros perecen. Mario Bergoglio, un jovencito que sería luego el padre de Jorge Mario Bergoglio, junto con sus padres habían comprado boleto para ese viaje, pero no se subieron al barco; el motivo fue de que el abuelo del futuro Papa Francisco no había alcanzado a vender todas sus pertenencias y decidieron traspasar sus boletos.
El Papa Francisco comenta en una ocasión que todos los días daba gracias a la divina Providencia de que esto haya ocurrido.
LA MISIÓN EN LA VIDA
Es una realidad que todo individuo tiene una misión en la vida, todos tenemos un objetivo que cumplir. Y en el caso del Papa Francisco esta circunstancia mencionada fue lo que le permitió llegar a este mundo, y por lo tanto cumplir con la misión que recibió. Considero que uno de los legados que nos deja es su humildad y el cariño por los más necesitados, por los más vulnerables, por los que no tienen voz en la sociedad. Y es precisamente en este aspecto de la importancia de descubrir la misión y papel que tenemos que cumplir en esta vida lo que nos gustaría recalcar en esta colaboración.
Se dice que son dos los montos cruciales del hombre y de la mujer: El primero es cuando nace, y el segundo cuando descubre para qué es bueno. La vida del Papa Francisco nos puede llevar muy bien a pensar en la importancia de descubrir cada uno y cada una el papel que tenemos que sacar adelante.
El Papa Francisco sin duda lo cumplió hasta el último día, todavía el Domingo de Pascua, un día antes de fallecer, salió a dar la bendición a la gente en la Plaza del Vaticano. Sería su última aparición.
Y al respecto de esto menciono la anécdota de un orador profesional que era exitoso en su trabajo, pero que estaba consciente de que no tenía claro cuál era su propósito en la vida, y de alguna manera trataba de tener uno. Se encontró en una ocasión una frase y le encantó y la adoptó como propósito de vida, y es la siguiente: “Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta más feliz”. El Papa Francisco sin duda dejó una huella y un impacto en todos los que le conocieron, trataron, y disfrutaron de su trabajo y enseñanzas. Casi nada…¡Feliz domingo estimado lector!…
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí