¡Sí vinieron!
El ruido de los dos carros al acercarse, hacen que María Ernestina Martínez Macías suspenda por un momento el lavado de su ropa, en el patio de tierra.
A unos cuantos metros, en un fogón, prepara los alimentos al aire libre, como lo hacen la mayoría de los residentes la colonia Gabriela Mistral, ubicada al Poniente de la ciudad.
Después continúa por unos minutos con sus actividades, hasta que de pronto escucha que los vehículos se detienen frente a su casa.
En ese momento voltea y se da cuenta que ambas unidades están cargadas de cobijas, al tiempo que reconoce a la reportera Sara Alcay, quien la había entrevistado hace unas semanas.
¡Sí vinieron!, expresa, al tiempo que camina apresurada hacia la calle de terracería, donde se estacionaron los carros.
Al constatar que se trataba del Cobertón empezó a llamar a sus hijas y a sus nietos, quienes se encontraban algunos en la cuadra, para que cada quien acudiera por su cobertor.
Expresó que no sabía si en realidad se cumpliría con entregar los cobertores, pues es común que se les realicen entrevistas sin que realmente se les apoye.
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