Invade la nostalgia en Mercado Municipal
Entrar al edificio del Mercado Municipal en Mexicali Baja California es algo diferente, las grietas están por todo el lugar, las paredes colapsadas y los cimientos dañados, te dan una alerta natural de ser precavido al ingresar, pero lo que hay detrás de todo este panorama devastador es la historia de uno de los edificios más antiguos de la ciudad, una edificación con más de 90 años que se derrumba poco a poco.
Sus colores guinda con beige lo hacen resaltar de las demás construcciones sobre la avenida Álvaro Obregón, resentido por el sismo de 7.2 grados del año 2010 ha quedado relegado a ser un refugio de personas que no tienen hogar y para algunos otros que lo utilizan para esconderse de las autoridades al cometer algun robo.
Al caminar unos pasos, dentro del edificio se puede observar a una persona que barre uno de los viejos locales abandonados y recuerda con nostalgia lo que algún día fue el Mercado.
"Aquí en este lugar, mis papás trabajaron por 40 años y mira, ya quedó reducido a nada", comentó con nostalgia don Manuel Medina Herrera, quien luego de esto nos acompañó en cada paso que dimos dentro del edificio.
Una tienda de abarrotes y una frutería, fue el negocio que los padres de don Manuel tuvieron por cuatro décadas, también vendían otros artículos como quesos, por lo que lo recuerda con una sonrisa.
"Éste era el lugar donde venían las familias a convivir, aquí nos veíamos con los amigos, comíamos, veníamos a divertirnos", fue el lugar donde él aprendió a ganarse la vida trabajando, el lugar que lo vio desarrollarse y formarse como un orgulloso cachanilla.
De un segundo a otro y platicando de los recuerdos alegres, Manuel tomó una roca de entre las paredes colapsadas, la observó con detenimiento y recordó la cantidad de gobiernos municipales que han pasado sin darle una respuesta de qué es lo que pasará con este edificio, pues según lo que sus padres le dijeron, cuando el Mercado Municipal comenzó a operar, se les dio un beneficio de pagar renta por 20 años y ser dueños de su local al plazo de este tiempo.
Tras compartir sus memorias, don Manuel siguió barriendo una de las entradas del viejo edificio, mismo que tiene en una de sus esquinas un cordón amarillo de precaución debido a que hace apenas unas semanas presentó un derrumbe generado por las vibraciones que producen maquinarias de trabajo que llevan a cabo la construcción de una nueva edificación junto al Mercado.
Gran parte de la historia de esta ciudad se contó entre las paredes del Mercado Municipal, recuerdos e historias que poco a poco van quedando sepultadas en el escombro y que al igual que quienes fueron sus inquilinos esperan con incertidumbre el desenlace de su historia.
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