Matan a policía en el Valle de Mexicali
Dos ráfagas de rifle apagaron el silencio de la madrugada en el poblado de Ciudad Morelos. “Se escuchó hasta mi casa”, dijo el albañil de una obra cercana a la escena que peritos trabajaban mientras apuntaba con su mano a un grupo de casas ubicadas luego de un baldío. “Como que vaciaron un cargador y luego le metieron otro”. Los disparos fueron por la espalda.
El oficial Ignacio Villagómez Robles, un hombre entrado en años, no alcanzó a reaccionar cuando escuchó los disparos. Su compañero, Raúl Adrián Rojas Suárez, logró correr y ponerse a salvo, pero con una lesión de bala en el tobillo y en la pierna. No pudieron siquiera desenfundar sus armas.
Faltaban pocos minutos para las seis de la mañana cuando los oficiales a bordo de la patrulla 0107 le marcaron el alto a un vehículo sobre la calle 5 de Mayo, presuntamente por circular a exceso de velocidad. El auto sospechoso se detuvo más adelante, sobre la calle Emiliano Zapata. Cuando los oficiales se bajaron de la patrulla, otro vehículo, un Honda Civic o Saturn tipo sedán blanco, con defensa gris, se acercó a toda velocidad.
Por la ventana del vehículo se asomó el cañón de un rifle, luego comenzaron los disparos. El agente Villagómez Robles no llevaba su chaleco antibalas, a pesar de tener asignado uno. Los disparos lo alcanzaron por la espalda y cayó al lado de la patrulla y una pared, donde había tratado de guarecerse de los disparos.
Por la frecuencia policial se escuchó el grito frenético del agente Rojas Suárez, quien solicitaba apoyo inmediato. Luego de los disparos, el vehículo de los homicidas arrancó su marcha y detrás de él también aceleró el auto al que le habían marcado el alto para infraccionarlo. Al lugar llegaron otras patrullas.
En minutos ya se había avisado a la Policía Ministerial, la Estatal y el Ejército Mexicano. De la comandancia central en Mexicali salió un grupo especial de policías y el equipo SWAT. Paramédicos confirmaron la muerte del oficial Villagómez en el sitio. A su compañero lo trasladaron inicialmente a una clínica cercana y posteriormente fue llevado a un hospital en Mexicali.
“Si se meten con un policía, se meten con todos, somos más de dos mil y hay que ver las consecuencias”, expresó el director de la Policía Municipal en Mexicali, Alonso Ulises Méndez Manuell-Gómez, quien atendió a la prensa aún con voz entrecortada. Hace apenas unas semanas, el oficial Villagómez, con 15 años en Policía Municipal, veía con orgullo la graduación de su hija Karla como agente de Policía y su integración a la corporación en la que él mismo entregó la vida en el cumplimiento de su deber.
CÓDIGO ROJO
Patrullas de todas las corporaciones se desplazaron por las calles de Ciudad Morelos, con escasa información sobre los atacantes. Algunos testigos señalaron un vehículo Honda o Saturn blanco con defensa gris huir del lugar.
Elementos militares establecieron un puesto de revisión provisional en las carreteras y accesos a San Luis Río Colorado, Sonora, en caso de que los sospechosos quisieran salir del estado tras lo ocurrido. Posteriormente la información comenzó a fluir entre los agentes. Señalaban a un sujeto de nombre Jorge Eduardo Pérez Jiménez, apodado “El Charal”, conocido en el poblado por delitos de portación de arma de fuego y por aparecer en averiguaciones previas por delitos de robo, violencia familiar y allanamiento.
Al sospechoso lo señalaron posteriormente como parte de un grupo delictivo que controla la venta de droga en el poblado, liderado por un sujeto apodado como “El Max”. Para las 09:00 horas, ya había una detención.
CON DROGA
Tres horas después de la ejecución del oficial Villagómez y mientras se realizaba el operativo en la zona, agentes de la Policía Municipal reportaron la detención de un vehículo por una infracción de tránsito.
El conductor protagonizó una breve persecución. La unidad que marcó el alto, perteneciente al equipo K9 de la Policía Municipal, realizó una detención de tránsito de alto riesgo al tratarse de un vehículo similar al que se había dicho era en el que huyeron los homicidas del agente Villagómez.
El reporte indica que la detención ocurrió en la colonia Granados, a un costado del ejido Pachuca, ubicado a unos cinco minutos al Sureste de Ciudad Morelos. A la detención arribaron otras patrullas. Cuando hicieron bajar a los tripulantes, los oficiales, según indica el reporte, encontraron en los asientos traseros dos bolsas negras que contenían mariguana, con un peso indeterminado. Ambos fueron detenidos.
El conductor de la unidad se identificó como Maximilano Aispuro Álvarez, de 27 años de edad y su compañera como Alejandra Ávalos Rivera, de 19 años de edad, ambos con domicilio en la colonia Granados. Su auto, un Honda Civic blanco, con placas de California 5RKKN590, quedó asegurado y llevado a la subcomandancia de la Zona Este para su procesamiento.
Aunque su detención aún no ha sido relacionada a la agresión al agente Villagómez, fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado señalaron que se investiga su participación o relación con los hechos.
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