Hace 20 años decidió dejar de fumar, hoy en día considera que fue a tiempo
La decisión para él requirió de mucha fuerza de voluntad y se sostuvo de la motivación que encontró en sus hijos
Mexicali, Baja California.- El 31 de diciembre de 2004, Amílcar Fuentes Sánchez encendió el que sería su último cigarrillo. Sin embargo, no fue precisamente para fumarlo, sino para prender un cohete a uno de sus hijos, al mismo tiempo que le hacía una promesa: ese era el último que prendería.
Cuenta que fue en 1980 cuando tuvo su primer contacto con el tabaco. En aquel tiempo vivía en la Ciudad de México, donde comenzó a hacerse de un círculo social con quienes bebía y salía a bares de vez en cuando. Luego de probarlo, poco a poco fue naciendo su adicción al cigarro.
Años después, el cigarro ya era lo primero que Amílcar solía buscar al despertar, incluso previo a desayunar o tomarse un café. Fumar era la manera en que iniciaba su día, hábito que solía ser más frecuente durante sus horas de trabajo o en eventos sociales.
“Lo curioso era más bien que en la casa no se me antojaba el cigarro, era al salir y llegar a la oficina y así me pasé muchos años. Una tarde llegué, le di un abrazo a mi hija y me dice como que me retuvo: ‘Papá, hueles mucho a cigarro…’”
Aquella frase marcó a Amílcar, pues el rechazo que dijo sentir en aquel momento lo hizo reaccionar y crear conciencia del daño que se hacía a sí mismo y a aquellas personas que él quería, principalmente su esposa y sus hijos.
Tres meses después y luego de analizarlo, decidió dejarlo, no sin antes hacerle la promesa a su hijo de que ya no fumaría, algo que a él en su momento le costó creer. Sin embargo, hoy en día, la promesa sigue intacta.
“Le di el cigarro, aventé al baldío la cajetilla que en ese entonces existía frente a la casa. Eso fue el 31 de diciembre de 2004.”
Sin embargo, lo difícil para Amílcar apenas comenzaba, pues admitió que dejar de fumar no fue sencillo, describiéndolo como una manera de castigarse a sí mismo.
La decisión para él requirió de mucha fuerza de voluntad y se sostuvo de la motivación que encontró en sus hijos, ya que, a la fecha, no olvida aquel momento en que su hija le dijo aquella frase y cómo se sintió.
“Lo superé, lo superé y hasta la fecha me siento muy bien conmigo y con mi familia.”
A sus 79 años, Amílcar agradece no tener ningún problema de salud como consecuencia de la adicción que tuvo al cigarro durante 20 años. Con su historia busca motivar a aquellas personas que no logran dejarlo, a pensar en el daño que se hacen a sí mismos y a sus seres queridos.
“Yo les diría que pensaran en la familia. Si están solteros, pues qué mejor que están jóvenes, que recapaciten y que piensen que es muy dañino el cigarro, definitivamente es dañino.”
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí