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El Imparcial / Mexicali /

Todo inició con un camioncito

Lo que inició como un pequeño negocio en 1990 ahora se ha convertido en un importante negocio a nivel regional.

Todo inició con un camioncito

Mexicali, B.C.- Desde joven, con el sueño de ser su propio jefe, pocos recursos y grandes ganas de salir adelante, pero más que nada de sobrevivir, José Arturo Moreno Rembao emprendió un camino que lo llevaría a convertirse en un gran empresario.

El director general de Distribuciones Rembao S.A. de C.V. cuenta que todo comenzó el 15 de diciembre de 1990, llevando mercancía a bordo de un pequeño camión de reparto hasta las periferias de la ciudad y el Valle de Mexicali.

En aquellos tiempos, únicamente contaba con un “troquecito” que utilizaba para distribuir productos en zonas donde las grandes empresas abarroteras no estaban interesadas en surtir a los comerciantes. “Era en las partes donde a las empresas abarroteras no les interesaba surtirles. Entonces, yo atendía a toda la murusa, por decir algo, a los negocios más pequeños de la periferia y del valle”, expresó.

Sobre el mayor reto al que se enfrentó en sus inicios, el empresario destaca lo económico, ya que había pocos recursos y herramientas. Lo único que sostenía su pequeño negocio en aquel tiempo eran sus ganas de salir adelante. “Al principio, el reto fue el económico. Digo, es muy difícil hacer negocios sin dinero; dicen que los negocios de saliva son los más difíciles de todos”, comentó.

EL ASCENSO

Arturo Rembao recuerda que el crecimiento de su empresa fue resultado del trabajo arduo. Con el paso de los años contrató más personal y, en 1995, su ahora esposa, Lliana, se integró al área de administración. Él se dedicó a los negocios y juntos lograron avanzar.

Tras obtener distribuciones importantes, la empresa comenzó a expandirse hasta convertirse en lo que es hoy: un negocio con más de 2 mil productos en venta y sucursales en Tijuana, Mexicali, Los Cabos y Culiacán, cubriendo prácticamente todo el noroeste del país.

Con satisfacción y observando todo lo que se ha construido, confiesa que en algunos momentos pensó en rendirse, pues no alcanzaba los objetivos en el tiempo que deseaba y la falta de recursos era una gran limitante.

“Todo ha sido con recursos propios; nunca tuvimos un crédito bancario. Honestamente, no me imaginé esto. Gracias a Dios, hemos logrado darle empleo a muchísima gente que son colaboradores, que están aquí metidos, y a ellos les debo todo el reconocimiento”, expresó.

Sobre el momento en que se dio cuenta de que había logrado su sueño y objetivo, confiesa que ese momento aún no ha llegado, pues considera que los negocios y las ventas no tienen fin. Es un trabajo constante que requiere esfuerzo diario

PROYECTOS

Con la mirada puesta en el futuro, Arturo Rembao asegura que su plan a corto plazo es terminar la construcción de una nave industrial en el municipio de Tijuana y comenzar otra en La Paz, Baja California Sur. Posteriormente, buscaría establecer un centro de distribución en todo el noroeste del país, donde ya tienen presencia por medio de vendedores, con la meta de contar con infraestructura física en toda la región.

Otro de sus proyectos es mantener y fortalecer su equipo de trabajo, ya que, según él, un empresario no puede construir todo solo;necesita de compañeros ycolaboradores.

EL MENSAJE

A los jóvenes emprendedores, Arturo Rembao lesaconseja enfocarse en eltrabajo duro, pues el esfuerzo, la dedicación y laperseverancia son valoresesenciales para crecer enel mundo de las ventas y losnegocios.

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