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Denuncia Fraternidad Policiaca trato indigno a policías del valle de Mexicali

Los agentes fueron llevados al centro de control de confianza para la aplicación de exámenes tras haber sido relevados de sus funciones de seguridad por autoridades estatales y federales.

Mexicali, B.C.- Tras el desarme y relevo en labores de seguridad de agentes de la Policía Municipal, para la aplicación de exámenes de control de confianza, el presidente de la Fraternidad Policiaca de Mexicali, Antonio Navarrete Castillo, denunció el trato indigno que han recibido los oficiales y falta de atención a algunos de ellos, que incluso requieren medicamentos.

Navarrete Castillo también señaló públicamente las condiciones de incomunicación en las que se encuentran los oficiales desde el lunes por la tarde en las instalaciones del Centro de Control de Confianza (C3) en Mexicali, donde algunos han estado por varias horas sin probar alimentos.

El presidente de la fraternidad policíaca de Mexicali hizo un llamado a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, así como a la alcaldesa de Mexicali, Norma Alicia Bustamante Martínez y al secretario de Seguridad Ciudadana, Leopoldo Tizoc Aguilar Durán, a que atiendan esta situación.

Algunos de los agentes que se encuentran a la espera de la aplicación de los exámenes son mayores de 60 años de edad y otros requieren medicamentos por enfermedades crónico degenerativas, por lo que el presidente de la Fraternidad Policiaca señaló que ellos tuvieron que pedir alimentos desde la noche del martes para hacérselos llegar a los oficiales retenidos.

“Estamos de acuerdo en que se realicen estos exámenes, sin embargo le pido sensibilización a nuestros gobernantes”, comentó Navarrete Castillo.

El representante del gremio de policías señaló que los agentes no fueron notificados formalmente sobre la aplicación de los exámenes y adelantó que podrían ejercer acciones legales por la retención de los agentes que fueron traídos desde el valle de Mexicali al C3.

Desde el lunes por la tarde el Estado y la Federación asumieron las labores de seguridad en la zona sur del valle de Mexicali tras una serie de aseguramientos y enfrentamientos con grupos armados, y a los agentes de la Policía Municipal los desarmaron y enviaron a la ciudad para la aplicación de estos exámenes.

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