Mirador
Don Abundio cuenta algo acerca de doña Rosa, su mujer. -Cuando la pretendía la busqué una vez en la fuente y le pedí hablar con ella. Me dijo que no. Le pregunté por qué. Me respondió: “Porque orita hay gente aquí. Hábleme cuando no haya nadie, por ejemplo mañana a las 2:00 de la tarde, que todos están en su casa comiendo y yo por pura cuasualidá vendré a esa hora”. Todos reímos, y doña Rosa refunfuña: -Viejo hablador.
Hace 1 semana