Comerciante cajemense deja el municipio por cobro de piso

CIUDAD OBREGÓN.- El comerciante y presidente del Club Rotario Obregón Sur, Luis Carlos Salas Arellanes, anunció en una carta publicada en redes sociales su despedida de Obregón, esto ante la creciente violencia que ha afectado a la comunidad y que lo ha llevado a tomar esta difícil decisión al ser alcanzado por el cobro de piso.

Hoy me despido de mi querido pueblo, Ciudad Obregón, por la violencia que ha llegado a mi puerta”, escribió quien, a lo largo de su vida, ha luchado incansablemente por mejorar su ciudad, convenciendo a amigos y compañeros de quedarse en Cajeme en lugar de buscar oportunidades en otros lugares.

Sin embargo, comentó que la amenaza del cobro de piso por sus negocios ha marcado un punto de quiebre en su compromiso con la comunidad, haciéndolo tomar esta difícil decisión que espera sea solo temporal.

Con profunda tristeza debo externar que el fenómeno de la delincuencia llegó a mi puerta para exigirme cobro de piso por mis negocios al público. No quedé exento de ser víctima, como tantos mexicanos lo han sido. Para aquellos amigos que me sugirieron denunciar, les agradezco las intenciones; sin embargo, en un país donde reina la ignominia, la corrupción y la falta de justicia, consideré un consenso con algunos colegas y familiares. Era un riesgo querer darle curso legal a la situación”, subrayó.

A pesar de su partida, el joven reafirmó su amor por Cajeme, expresando que el municipio merece ser defendido y apoyado, y se comprometió a regresar con más fuerza y recursos para contribuir al desarrollo de este.

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Añadió que hace pública esta situación, pues al no difundir lo que realmente está sucediendo, cae en complicidad, lo cual puede afectar a todos.

Salas Arellanes es propietario de un par de pizzerías ubicadas en la colonia Plano Oriente y Sochiloa, comercios que empleaban a al menos 10 jóvenes y que el pasado mes de marzo celebraban su primer aniversario.

Cabe recordar que hace alrededor de cinco años, un negocio de venta de desayunos y jugos, ubicado por la calle Allende casi con California, cerró sus puertas por los mismos motivos y supuestamente sus dueños también se mudaron del municipio.