Aumenta abandono de perros alrededor de “El Oviáchic”

CIUDAD OBREGÓN.- El abandono animal de perros en espacios naturales desolados es una problemática creciente en Cajeme, especialmente en los alrededores de la presa de “El Oviáchic”, que pone en riesgo a los animales, a los ecosistemas, pobladores y visitantes del sitio.

Muchos perros son dejados a su suerte en áreas remotas, donde no tienen acceso a comida, agua o atención médica y donde por esos motivos modifican su comportamiento volviéndose agresivos y competitivos con otras especies en busca de sobrevivir.

Estos animales, sin la protección y cuidado de un hogar, se ven obligados a sobrevivir por sí mismos en condiciones extremas, lo que afecta en gran medida su bienestar físico, viviendo en una situación de vulnerabilidad constante, donde la desnutrición y afectaciones de salud son comunes.

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Con el tiempo, los perros abandonados en estos espacios desolados tienden a formar grupos salvajes que se adaptan a la vida sin la intervención humana, lo que pareciera natural, pero conlleva riesgos tanto para los animales como para las personas.

NO HAY CONTROL

Julio Aldama Solís, ex presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui, compartió que la presencia de perros salvajes en poblados aledaños a la presa cada vez es más común y que, con el tiempo, el tamaño de las manadas o jaurías va creciendo, causando afectaciones cada vez mayores.

Según su testimonio, la proliferación de estos animales se ha convertido en un problema cada vez más grave, ya que, al no tener acceso a una fuente constante de alimento, buscan sobrevivir atacando el ganado. Estos animales, expresó, en su afán de conseguir alimento, matan a las crías de ganado, tanto de vaca como de borrego, cabras y otros animales, lo que representa una fuerte afectación económica para los dueños.

Mencionó que los ataques de perros salvajes no sólo afectan la producción de ganado, sino también la tranquilidad de las comunidades cercanas, ya que los animales llegan a ser muy agresivos. Además, resaltó que se han registrado casos de ciclistas o deportistas que, al realizar diversas actividades en esos espacios cercanos a la presa, han sido atacados por estos perros.

A las personas se les hace muy fácil venir a dejar a sus animales a Hornos, al Kilómetro 7 o en el mirador de la presa, hay un montón de perros por donde voltees, y siguen reproduciéndose. Tienen que comer, y ahí no hay nada, por lo que hacen lo que pueden, matan lo que encuentran para alimentarse”, indicó.

Sabe, mencionó, que la condición de estos perros es consecuencia del abandono que sufrieron por parte de sus dueños, quienes los dejan a su suerte en lugares como la presa, sin importar el sufrimiento que les causan.

Destacó que este es un problema que va más allá del maltrato animal, y que requiere atención urgente, pues está afectando tanto a otros animales como a las personas que habitan en las cercanías o que visitan la zona.

TRABAJO CONSTANTE

Yaxaira Castelo León, directora de la Fundación Captura, Esteriliza y Suelta (CES), puntualizó que se mantienen en trabajos constantes en esa área en donde han esterilizado a una importante cantidad de animales, en busca de que no sigan proliferando más.

Han detectado que esa zona es un sitio que la gente ya tomó como espacio para ir a abandonar a camadas enteras de animales, como por ejemplo perras con todos sus cachorritos.

Las acciones que realizamos son con el objetivo de reducir la población callejera y evitar que más perros se reproduzcan sólo para vivir en condiciones complicadas”, resaltó Castelo León.

Aunque a muchos de los animales que han esterilizado de ese sitio les han buscado un hogar, dijo, son pocos los que han corrido con la suerte de ser adoptados, mientras que los que no tuvieron que ser regresados a donde mismo, pero con mejores condiciones de salud.

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DIFÍCIL AYUDARLOS

Lizeth Figueroa, habitan te de Hornos, manifestó que es notoria la cantidad de perros que hay en esa zona, y que aunque muchas personas buscan ayudarlos, por su misma forma de vida, a veces es muy difícil, ya que no se dejan atrapar.

Son animales que tienen muchas necesidades, dijo, es difícil que puedan conseguir comida, ya que en el monte no hay muchas opciones. A pesar de los esfuerzos constantes por parte de las autoridades y organizaciones de bienestar animal para reducir la población de perros en situación de calle en los alrededores de la presa, la problemática persiste y cada vez son más los perros que se siguen viviendo deambulando en la zona.

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