El 50% no sabe que tiene glaucoma

En menos de 10 años un paciente con glaucoma y sin ningún síntoma de dolor puede quedar ciego, alertó Alejandro Vargas Luna.

Esta enfermedad que ataca en su mayoría a adultos mayores de 40 años, es conocida por eso como un "enemigo silencioso", expresó el oftalmólogo del la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS en Ciudad Obregón, mientras que un 50% de quienes lo padecen no lo saben.

"Es una de las principales causas de ceguera irreversible, se calcula que hay 68 millones de personas con ella en el mundo", explicó, "10% de ellas ya son ciegas, la mitad de las personas con glaucoma no saben que lo padecen, no da síntomas en la mayoría de los casos".

El glaucoma puede llegar a una persona de modo congénito, pero en la mayor parte de los casos llega al superar los 40 años por daños en el nervio óptico, expuso.

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Aunque hace años se creía que este padecimiento iba condicionado con la presión alta, se ha demostrado que hay casos con presión normal, pero con otras condiciones como diabetes, hipermetropía y miopías, mencionó.

Aunque no dio cifras del número de pacientes con glaucoma en Sonora, Vargas Luna atiende por día al menos 14 pacientes, dijo, de los cuales unos cinco llegan por este mal a su consulta.

Este no es el único médico oftalmólogo dentro de este hospital, pero en general el 30% de quienes llegan a esta especialidad lo hacen por causa de dicho padecimiento.

"Es muy importante que un paciente vaya a un oftalmólogo pasando los 40 años para empezar a checar su visión, tomarse la presión y valorar el nervio óptico.

El uso indiscriminado de esteroides es otra de las condiciones para que esta enfermedad llegue cada vez más a los jóvenes.

Más del 90% de los pacientes que llegan a un oftalmólogo después de los 40 años, calculó, lo hacen sintiendo que su mal es una catarata, pero en realidad es un glaucoma.

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Pese a las campañas de impulso a las revisiones no existe esta cultura, lamentó.

La única manera de prevenir esta enfermedad es por medio de la revisión, recomendó, y aunque no tiene cura, se puede controlar por medio de gotas o

medicamentos.

"Una vez que las fibras nerviosas se dañan ya no hay recuperación, se trata de que el paciente se rehabilite con otros medios para lo débil visual, pero ya decir: ‘Te voy a regresar la vista que perdiste’, ya no se puede", recalcó.

Veía aureolas en los focos: Paciente

Después de realizar un largo viaje en el que manejó por más de 12 horas, la vista se le nubló y ahí sospechó que algo pasaba.

Así fue como Francisco Leonardo Martínez Esquer se dio cuenta de los primeros síntomas del glaucoma.

Primero pensó que era cansancio por el viaje, pero con los días comenzó a sentir en su vista otros síntomas como ver aureolas en los focos y decidió visitar al especialista, quien le diagnosticó la enfermedad y su vida cambió.

“Tuve que adquirir gafas especiales, tengo que cuidar mis ojos de la exposición de los rayos solares y definitivamente tuve que dejar de manejar, porque por ejemplo por las noches se me dificultaba ver bien los señalamientos viales”, destacó el paciente que debe cuidar sus ojos.

Martínez Esquer tiene 64 años, hace 15 años le diagnosticaron glaucoma, es pensionado, un par de frascos lo acompañan a todas partes y su ilusión de cuidar su vista para ver crecer a su familia.