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El Imparcial / Ciudad Obregón / Victoria Natasha Valenzuela Co

Niña de 9 años es buena para hacer tortillas; Victoria ayuda a su mamá a preparar "burritos" para vender

Niña de 9 años es buena para hacer tortillas; Victoria ayuda a su mamá a preparar "burritos" para vender

A la orilla de la carretera la pequeña Victoria Natasha Valenzuela Cota, de 9 años, ayuda a su madre Dora Cota Mátuz a elaborar gigantescas tortillas de harina; ambas se dedican a ofrecer lonchecitos a los viajeros.



En la comunidad de La Bomba, en el municipio de Bácum, madre e hija pasan el día en un puesto, que queda ubicado en la rúa alternativa al libramiento de Ciudad Obregón, y en esta temporada viajeros y transportistas llegan en busca de un descanso.



Desde los 5 años Victoria Natasha se inició en la elaboración de tortillas, ahora es la encargada de elaborarlas para preparar burritos que llevan todo tipo de guisos, como machaca, chorizo, picadillo, y también las venden por separado en paquetes.



Desde temprano llegan mamá e hija a alistar lo que venderán en todo el día, los guisos para los burritos y la masa de la harina para las decenas de tortillas que elaborarán durante toda la jornada.



"Primero aprendió a amasar, de chiquita me ayudaba a hacer las bolitas, las piezas para hacer las tortillas, después aprendió a darles forma con el bolillo y ahora ya le quedan mejor que a mí", destacó la madre de la pequeña de 9 años.





Victoria Natasha sólo trabaja en vacaciones, pues en temporada escolar sólo se dedica a la escuela y en ocasiones los fines de semana acude a ayudar a su mamá, ahora se prepara para ingresar al quinto año de primaria.



"Nadie me enseñó, yo sólo fui aprendiendo con ver a mi mamá, me gusta mucho, es muy divertido amasar, usar el bolillo y ya después estirarlas hasta que quedan grandotas", expresó la pequeña.



Cuatro leños de mezquite son los que ocupan para atizar y mantener el fuego en la hornilla, donde se ponen a cocer las tortillas, y se hacen los guisos, al pendiente siempre de mantener la llama prendida y cuando es necesario se van agregando más leños.



"La temporada alta de nosotros es cuando son vacaciones, ya que muchos viajeros llegan a consumirnos, viene mucha gente del otro lado que llega a probar nuestros guisos, también de otras partes del País que comen y se llevan como lonche para su viaje", finalizó Cota Mátuz.

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