Quieren en la colonia Adolfo de la Huerta... tranquilidad
Lo primero que se les viene a la cabeza a los vecinos de la colonia Adolfo de la Huerta al hablar de sus principales necesidades, es la seguridad, pues el vandalismo, los robos y los “tiraderos” les quitan la tranquilidad.
Una vigilancia policiaca de calidad es lo que exigen quienes viven en la colonia, que se fundó hace más de 35 años, pues aseguran que las patrullas sí pasan con regularidad, pero no notan ninguna mejoría.
La zona donde según los vecinos es más peligroso se encuentra en la calle Pintores, esquina con Artesanos, donde hace falta más alumbrado y barrer con los “tiraderos”, pues dicen, están acabando con los adolescentes del lugar que caen en sus redes.
Otro problema es la velocidad de los automovilistas en algunas calles de la colonia, Olivia García, de 50 años, dice que tiene muchísimo tiempo pidiéndole al Ayuntamiento poner unos topes en la calle Herreros, entre Progreso y Artesanos, petición que ha sido ignorada a pesar de que, asegura, se ofreció a pagarlos ella misma después de que le dijeran que “se los iban a cobrar a ella”.
Quienes tienen muchos problemas con los robos son los establecimientos como talleres, de donde “caminan” las cajas de herramienta, y don Luis Oroz, quien tiene 15 años en el lugar, se queja de que aunque denuncian no pasa nada.
“Uno denuncia y no sirve de nada, pero si quiere defenderse, pues a uno sí lo meten a la cárcel, no hay para donde hacerse”, dijo.
Los problemas de alumbrado también son comunes en la colonia, y al parecer todo depende de la suerte, pues mientras algunos vecinos aceptan que cada vez que una lámpara se descompone la reportan y la arreglan muy rápido, a otros no les ha ido igual.
“No sirven los focos del alumbrado, viene la comisión y los arregla y ‘luego luego’ se vuelven a descomponer, no los arreglan bien”, comentó la señora Cony Verdugo de 60 años, quien ya cumplió 30 en el lugar.
María Cristina Ruiz Romero, de 36 años, quien tiene cinco en el lugar, se quejó de que tiene casi dos meses reportando una lámpara descompuesta en la esquina de las calles Herreros y Artesanos, lo que fomenta la inseguridad, pero nadie ha acudido.
“Ya hasta perdí el folio, hace mucho que llamamos, ya nos cansamos de hablarles y no vienen”, reclamó.
Otro “detallito” que afecta a los vecinos es que hay muchos perros con dueños irresponsables en la colonia, ya que los sueltan en las tardes para que “hagan sus necesidades”, y ellos agarran como baño las aceras, las cuales están muy contaminadas con sus heces fecales.
En algunos sectores el graffiti es una molestia, pues aseguran que no duran las casas recién pintadas cuando ya las están rayando otra vez, aunque a otros esto no les preocupa tanto como los vecinos “alegres”, que disfrutan de fumar drogas ilegales en el porche de sus casas, esparciendo sus humos y humores por toda la cuadra.
Éste es el problema de Guadalupe Corrales Álvarez, que tiene 36 años en la colonia, y ya está cansada de pedirles a sus vecinos que sean conscientes pero no le hacen caso, en la calle Soldadores.
“Si se van a meter sus cochinadas pues fúmenselas solos, piensen en los niños, en nosotros”, expresó.
Lo que a todos les gusta de vivir en esta colonia es que hace poco arreglaron el parque que se ubica en el bulevar Libertad, esquina con Artesanos, que los tiene muy contentos ya que cuenta con árboles, juegos, kiosco y está en buenas condiciones.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí