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El Imparcial / Hermosillo / notamigracion

Niños ya sufren enfermedades de adultos

Hipertensión en niños entre 9 y 10 años de edad, diabetes en etapas muy tempranas, infartos entre los 30 y 40 años de edad, inclusive en más jóvenes, son las consecuencias de los problemas de sobrepeso y obesidad en el Estado, informó Éricka Ibarra Pastrana.



La subdirectora de Obesidad y Conductas Alimentarias de la Secretaría de Salud señaló que el problema de sobrepeso y obesidad en Sonora ya se ve como algo normal, más que nada en los niños, pero en realidad no es sinónimo de salud, al contrario, es una enfermedad que se asocia a patologías muy graves que son las que matan a la población.



En la actualidad las principales causas de muerte de los mexicanos son las enfermedades crónicas no transmisibles, aseguró la subdirectora de Obesidad y Conductas Alimentarias de la Secretaría de Salud, tales como las patologías cardiovasculares y la diabetes.



“La ausencia de lactancia materna se asocia con la obesidad, entonces desde ahí se previene, desde fomentar el parto natural, que no sean cesáreas, desde la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida”, manifestó Ibarra Pastrana.



En Sonora el 34% de los niños presenta sobrepeso u obesidad, es decir, cuatro de cada 10 menores la padecen, mientras que en la población adulta, siete de cada 10 se encuentra con este problema.



Las consecuencias de esta nueva conducta alimenticia de los sonorenses es que la población pediátrica, principalmente entre los 9 y 10 años de edad, presente patologías propias de la edad adulta, tales como la hipertensión.



Presentan triglicéridos, colesterol y glucosa elevados, incluso ya no sólo alteraciones del metabolismo, sino ya enfermedades como la diabetes tipo dos, antes denominada como la del adulto y ahora se presenta en niños.



“Entonces es una situación muy grave porque nosotros sabemos que la duración de una enfermedad nos va a repercutir en las complicaciones de ésta y si tenemos a un niño que a los 10 años presenta diabetes tipo dos, en 10 años ya va a tener complicaciones”, explicó la experta.



El futuro que se plantea para las nuevas generaciones no es muy alentador, porque se tendrán adultos muy enfermos, probablemente con algunas incapacidades laborales y es considerado como un riesgo para la población y la economía del País.



En algunos estudios realizados en el CIAD de Hermosillo se ha demostrado que las alteraciones metabólicas en los niños tienen una estrecha asociación con la obesidad, por lo que el problema de fondo es tener varios kilos de más desde pequeño.



A nivel nacional Sonora ocupa el cuarto lugar con mayor índice de obesidad infantil y en nuestra cultura, los padres no perciben como una enfermedad que su hijo tenga una obesidad grave, lo que es el principal problema.



“La mayoría de los padres dicen que sus hijos están gorditos, pero no es así, tienen obesidad y el problema es que si los padres no se dan cuenta que es algo fuerte, una situación peligrosa, no la van a atender”, lamentó Ibarra Pastrana.



Si ese niño crece con obesidad en algunos años desarrollará alguna alteración metabólica o patología que es exclusiva de adultos, un problema que no sólo se presenta en Sonora, sino a nivel nacional y mundial.



Esto se debe al cambio de hábitos alimenticios que ha ocurrido en los últimos años, lo que incrementó en gran medida las cifras de obesidad y fue lo que originó la aparición de diabetes tipo dos en niños, así como hipertensión.



“Lo primero que deben de hacer los padres para prevenir la obesidad en sus hijos es que tienen que estar conscientes de la importancia de cuidar la alimentación de los niños y la importancia de cuidar la actividad física o el juego en los niños”, comentó la experta.



Los hábitos alimenticios se aprenden durante los primeros tres años de vida, que es cuando el niño aprende a comer y al darles desde un principio fórmulas lácteas o poner chocolate a la leche, entonces el pequeño se acostumbra a estos sabores y ya no va a querer las cosas naturales.



Por ello se debe de tener mucho cuidado con los alimentos que se les da a los bebés y sobre todo predicar con el ejemplo, porque no se le puede pedir que no coma cierta comida cuando los padres los consumen y los tienen en casa.



“Considero que los padres deberían de tener especial cuidado porque se habla de la salud de sus hijos, además estamos viendo que una generación de niños con obesidad que estamos creando, puede morir antes que sus padres, por las patologías que se asocian con la obesidad”, señaló.



Una forma para cambiar la percepción de que un niño cachetoncito es igual a sano, es que los pediatras desde un principio les digan si se presenta sobrepeso u obesidad debido a que miden su longitud, peso y talla.



Los médicos deben de ser muy coherentes con la información que les proporciona a los padres y sobre todo muy claros, dejar en claro que si el menor presenta algún padecimiento debe de atenderse de inmediato.



“Con los niños no se pueden hacer restricciones importantes porque se compromete su desarrollo y crecimiento”, aseguró Ibarra Pastrana, “simplemente se le tienen que dar los requerimientos adecuados para su edad e introducirlos a una actividad física y para eso se necesita el apoyo de ambos padres de familia”.

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