Al grito de ‘Luismi’

En una auténtica fiesta mexicana se transformó el concierto de Luis Miguel del pasado lunes 15 de septiembre en The Colosseum del Caesars Palace de Las Vegas.

Hombre de pocas palabras en el escenario, Luis Miguel habló poco entre canciones, pero se mostró muy cercano a su público durante la velada en la que lo acompañaron su novia Kasia Sowinska, a quien se acercó a besar, y al aparecer también su hija Michelle Salas.

En plena celebración del Grito de Independencia, el cantante mexicano inició su show a las 9:30 acompañado de 10 músicos y una corista ante un recinto con las entradas agotadas.

Temas como “Tú sólo tú” y “Dame tu amor” comenzaron a prender el ambiente hasta que llegó la primera explosión de júbilo de los presentes con la canción “Suave”.

El recorrido de sus éxitos a lo largo de 32 años de carrera siguió con melodías románticas como “Todo y nada”, “Por debajo de la mesa” y “Bésame”.

Un escueto “Qué tal, cómo vamos” fue su primer saludo después de media hora de concierto, aunque poca falta hicieron las palabras pues con sus gestos y sus característicos pasos de baile enloqueció a las presentes.

Luis Miguel hizo cantar a todo el recinto con un bloque de canciones que incluyó “Tengo todo excepto a ti”, “La incondicional” y “Hasta que me olvides”.

Durante sus interpretaciones, el mexicano se acercó en varias ocasiones a saludar de mano a sus seguidoras, se dejó poner un collar de flores y finalmente besó a su novia, quien no dejó de bailar en primera fila.

Y como el mariachi no podía faltar, la segunda parte de la velada fue la más mexicana con las canciones “México en la piel”, “Cielito lindo” y “Viva México”.

Con una última tanda de siete canciones que concluyó con “Te propongo esta noche”, de nueva cuenta con el grupo, Luis Miguel se despidió de manera definitiva pese a los gritos de “otra, otra” para cerrar la celebración mexicana en Las Vegas.