Son los castores, arquitectos de la naturaleza
Dientones, peludos y con una gran cola así son los roedores más grandes de Norteamérica, mamíferos semiacuáticos que popularmente se sabe habitan en regiones de Estados Unidos y Canadá, pero el castor americano (castor canadensis) también se haya en Sonora.
Observar a esta especie no es sencillo pues hay que tener mucha paciencia, son animales muy tranquilos que salen de sus madrigueras a ciertas horas del día para buscar comida y trabajar en los diques que construyen en los ríos y arroyos.
En la cuenca del Río San Pedro ubicada en el Rancho Los Fresnos, hay presencia de castores, pero son apenas unas decenas de ejemplares, por lo que su conservación es prioritaria.
Gerardo Carreón, director de Conservación en esta área natural protegida, comentó que el castor es una especie que desapareció de Sonora ya hace más de 80 ó 100 años.
“Cuando la industria peletera estaba en auge, muchas de estas especies eran buscadas por su piel, entonces fue prácticamente erradicada del Suroeste de Estados Unidos y las partes del Norte de México, Sonora y Chihuahua.
“Apenas en el 2005 se empezaron a registrar los primeros avistamiento de castor en la cuenca del Río San Pedro que nace en las montañas del Norte de Sonora y en el arroyo de Los Fresnos que es tributario del río que atraviesa una parte de la frontera y regresa a Arizona”, comentó.
Los llamados arquitectos del ecosistema, flotan de manera silenciosa en el agua de los arroyos justo en los alrededores de su madriguera, salen a buscar alimento unos minutos antes de que se oscurezca pues deben tener suficiente energía antes de iniciar la construcción de los diques.
“Es una especie que modifica los ecosistemas, crea estas represas artificiales con madera, lodo, piedras y le permite al agua disminuir su velocidad y tener mayor capacidad de infiltración a los mantos acuíferos y toda esta modificación que hacen al ecosistema ayuda a que el agua dure más tiempo en la región.
“Eso atrae aves acuáticas, patos, aves playeras, se crean microhábitats con mayor diversidad de peces endémicos, algunos invertebrados, anfibios como salamandras, y bueno, eso permite que el ecosistema sea más rico en biodiversidad”, agregó Carreón.
Los castores son animales herbívoros y se alimentan con árboles como álamos, encinos, fresnos y sauces.
“Con la presencia del castor tratamos de proteger el mayor número de árboles semilleros, porque creemos que esa es una de las formas que más adelante nos permita tener presencia de esos árboles, no sólo para los castores sino también para aves rapaces, halcones cola roja, aguililla gris, animales rastreros”, dijo Carreón.
MONITOREO Y CONSERVACIÓN
La pérdida de bosques rivereños ha provocado que esta especie esté amenazada, es por ello que Naturalia tiene interés en que se siga conservando en esta región.
Daniel Toyos, técnico de área en la reserva, explica las actividades de monitoreo que se realizan en Los Fresnos.
“Dentro del rancho tenemos dos áreas con castor, una es el represo a un costado de la casa y otra es el arroyo de Los Fresnos donde hay más actividad, estamos más enfocados en esa área”, apuntó.
El registro que se logra con estas cámaras sirve para conocer dónde están las madrigueras, construcción de diques y alimento de los castores para así poder proteger a esta extraordinaria especie de roedor.
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