Todo inició con una buena idea
Fue en junio de 1945, en plena introducción del uso de gas L.P. en Hermosillo que Ernesto Camou Araiza, junto a un grupo inicial de inversionistas, inauguraron la empresa de almacenamiento y distribución de gas que en poco tiempo cobró relevancia en el Estado, comentó José Santiago Camou Healy.
El presidente del Consejo de Pagasa afirmó que el trabajo de su padre no fue fácil, pues el cambio de estufas de leña a las de gas representaba una transformación en el modo de vida de los pobladores de Hermosillo, ciudad que en aquel entonces tendría aproximadamente unos 60 mil habitantes.
Pagasa creció al ritmo de la expansión de la capital sonorense: la primera sucursal en calle Juárez, era un negocio prácticamente familiar con unos cinco trabajadores.
Después, la planta se trasladó al actual boulevard Luis Encinas donde, en ese entonces, estaba la pera del ferrocarril; finalmente, por cuestiones de espacio, fue necesario mudarse al ejido El Tazajal.
UN HOMBRE DE TRABAJO
José Santiago Camou Healy, comentó que debido a que la planta era pequeña, era necesario surtirla de gas cada tercer día; por ello, el mismo Ernesto Camou Araiza se turnaba con un chofer para hacer los viajes a Phoenix para cargar el combustible.
Los trabajadores más allegados al fundador, como Rafael Meraz y Luis José Félix, recuerdan a Camou Araiza como un hombre laborioso, de carácter fuerte y de personalidad seria, quien les enseñó a realizar su trabajo siempre de la manera correcta.
"Fue una persona muy visionaria, que en esos momentos vio una oportunidad de negocio, y qué más prueba de que fue una buena oportunidad, que después de 70 años seguimos aquí, la tercera generación", recordó al respecto.
INICIA LA EXPANSIÓN
El fruto del trabajo encabezado por don Ernesto Camou se vio reflejado en la pronta expansión de Pagasa hacia el Sur del Estado: La planta de Guaymas abrió sólo dos años después del arranque en Hermosillo; Ciudad Obregón en 1951, Navojoa en 1954 y Huatabampo en 1985.
Posteriormente, el crecimiento no sólo cambió de dirección, sino que además trascendió la frontera estatal: En 1999, abrió una planta de almacenamiento en Nogales, en 2000 en Mexicali y en 2002 en la ciudad de Tijuana.
La expansión hacia el Norte estuvo al mando de José Santiago Camou Healy; en el estado de Baja California, las almacenadoras llevan el nombre de Kino Gas, con la misma garantía de confianza y seguridad de las plantas en Sonora.
Sin duda, para lograr el éxito que Pagasa ha conseguido en estas siete décadas, es necesario trabajar en equipo o, en este caso, "en familia", como se consideran los trabajadores de esta compañía.
VALIOSO CAPITAL HUMANO
Un importante miembro de Pagasa que marcó historia en la empresa es don Rafael Meraz, quien, gracias a su cercanía con Ernesto Camou, tuvo la responsabilidad de expandir la empresa hacia el Sur del Estado: él abrió Guaymas, Ciudad Obregón, Navojoa y Huatabampo.
Otras personas dignas de recordar en la historia de Pagasa son el contador público Manuel Duarte Ruiz, quien fungió como contralor y director; Ramón Martínez, perteneciente a la segunda generación de la empresa, fue gerente regional por 30 años, así como el contador público Luis José Félix Yépiz, actual director Administrativo.
El trabajo de cada uno de ellos ha sido fundamental y valioso en los primeros 70 años de la historia de esta empresa 100% sonorense.
"Unos ya no están con nosotros, otros siguen con nosotros y hasta el día de hoy, sus aportaciones valen muchísimo", aseveró Camou Healy.
TRADICIÓN DE CONFIANZA
En 70 años pasan muchas cosas, hay épocas en que las circunstancias son favorecedoras y otras en las que no tanto; Pagasa se distingue por ser una empresa que ha sabido sortear los retos que se presentan, por ello, a día de hoy siguen siendo una empresa sólida en el mercado sonorense.
El presidente del Consejo expuso que lo principal es considerarse una familia y, como tal, que cada empleado lleve a cabo su labor bajo la práctica de valores como respeto, solidaridad y trabajo en equipo.
Al ser el gas un rubro en el que la seguridad es una cuestión sustantiva, la inversión en infraestructura y en la actualización del personal en materia de seguridad es la manera en que Pagasa les garantiza a sus clientes un servicio de confianza.
Con nuevos retos por delante y haciendo gala de un legado de tres generaciones en el negocio del gas, la familia Pagasa agradece la preferencia de sus clientes y asegura que seguirán ofreciendo el servicio de confianza que los ha distinguido, por lo menos 70 años más.
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