Sábila, noble tesoro del desierto
El Aloe Vera o Sábila es una de las especies introducidas al Estado, ya que se cultiva en las zonas áridas del País, sin embargo se originó en el Norte de África, las Islas Canarias y España, indica la Comisión Nacional Forestal.
La característica física principal del Aloe Barbadensis Miller o Aloe Vera Burn es la textura franco arenosa de sus hojas, también descritas como limosas o arcillosas, pero sobresale por su gran variedad de usos, la mayoría medicinales.
Según señala la Conafor, la sábila se desarrolla en suelos con bajas concentraciones de fósforo y potasio, pero que sí contengan altos niveles de calcio.
Tanto remedios caseros como elaboraciones en laboratorios, se han de realizar con el gel que se extrae de las pencas de la planta, las cuales pueden ser replantadas para la obtención de un mayor número de ellas.
Para trasplantar se recomienda elegir las pencas que se encuentren en la parte externa de la planta cuando ésta tenga como mínimo once hojas, cortando cada una desde la raíz una vez que la planta “madre” haya cumplido un año.
Es importante recordar que es una planta desértica que no requiere de mucha agua y que no soporta las temperaturas bajo cero.
ALGUNOS USOS MEDICINALES DE LA SÁBILA SON:
Regenerador de células de la piel y tejidos internos.
Para aliviar la colitis ulcerosa, colon irritable y enfermedad de Crohn.
Absorbe elementos tóxicos.
Elimina hongos y virus.
Se utiliza en quemaduras por exposición a rayos “X” o radiación atómica.
Efecto analgésico y antiinflamatorio.
Difumina o elimina cicatrices.
Ayuda al alivio de enfermedades como bronquitis, tos, gripe.
Otros usos:
Para tratamientos de belleza.
En cosméticos.
En jabones, desodorantes, esencias para baño, desodorantes o talcos.
En alimentos como gelatinas, jugos o yogur.
Uso directo con el cuero cabelludo.
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