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El Imparcial / Hermosillo / Hernán Paredes Martínez

De Alaska a Argentina regala sonrisas a su paso

De Alaska a Argentina regala sonrisas a su paso

Lo que parecía un sueño lejano hace tres años, hoy sólo unos meses y pocos kilómetros separan a Hernán Paredes Martínez de cumplir la travesía de recorrer el camino de Alaska hasta Argentina.



Para el oriundo de Huatabampo todo comenzó por el gusto de recorrer caminos con su bicicleta, y hacerlo con alegría, por el simple hecho de hacer lo que le gustaba.



"Siempre que veía a un ciclista veía que llevaba pocas cosas, que llevaba cuatro maletas o dos maletas, pero llevaba una sonrisa que poca gente aunque tuviera un carro, una casa bonita, no la tienen.



"Entonces dije ‘yo quiero llevar esa sonrisa, quiero ser como ese señor’, entonces miraba a esa gente, pero nunca pensé que iba hacer un viaje así, pensé que iba hacer un viaje corto, pero lo fui alargando, lo fui alargando", relató



La idea de subirse a una bicicleta y recorrer algunas carreteras, se la transmitió a su esposa Charo Paredes, quien al ver que cada vez que su esposo alargaba más el recorrido le motivó para que cumpliera el reto de ir desde Alaska a Argentina.



Hasta el momento ha realizado el viaje de Perú hasta Argentina y después hasta Ecuador, cumpliendo la primera mitad del recorrido; en mayo pasado viajó en avión hasta Alaska bajando hasta encontrarse hasta el día de ayer en Hermosillo.



"El recorrido son más de 15 mil kilómetros, lo quise hacer el día de mi cumpleaños por eso empecé en el Sur, en Perú y terminé en Argentina, como me quedó tiempo, lo hice de Perú a mitad del mundo que es Ecuador.



"Ya cuando vino mayo vuelo a Alaska, empecé en el Océano Ártico, vengo bajando hasta llegar hasta aquí", comentó.



El frío y el calor han sido factores en contra que Hernán Paredes ha tenido que sortear, pero para el ciclista, en la frontera de Bolivia y Chile, fue la situación más complicada que ha tenido que sobrepasar.



"Lo más difícil es estar fuera de la familia, pero aparte de eso soportar -12 grados centígrados de temperatura, y pensé que ese día iba a morir, no voy a amanecer, voy amanecer muerto.



"Dije ‘si amanezco, prometo pedir raite al siguiente pueblo porque ya no aguanto’, y no pedí raite porque un señor que ya me conocía me dio raite, él sabía qué había pasado porque había llegado el termómetro a -12 grados, sin contar el viento, y pues me dio raite al siguiente pueblo", recordó.



Después de todos los sucesos que le ha tocado vivir, Hernán Paredes se queda con la generosidad de toda la gente, tanto de Sonora, México y de los diferentes países en los que le ha tocado visitar.



El próximo mes de febrero espera poder cumplir su travesía, viajes que debido al producto del trabajo de entre él y su esposa han podido completar, ya que no cuentan con patrocinios, sino que sólo con recursos propios han podido llevar a cabo este camino.

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