Sobreviven abarrotes contra viento y marea
Ante el golpe que el crecimiento desmedido de las cadenas de autoservicio ha representado para los pequeños comercios locales en los últimos años, los abarroteros sobreviven y se adaptan a los nuevos tiempos, para continuar ofreciendo lo mejor a sus clientes.
"La competencia nos obliga a tener mejor producto y a mejor precio", explicó Leonardo Aguirre, abarrotero, "me puse las pilas, metí más variedad; al principio esos negocios grandes son la novedad, ponen algunas ofertitas, pero la gente de repente se dio cuenta de la diferencia de precios y ya les cambió la cara".
Ya que las cadenas de autoservicio ofrecen servicios como depósitos bancarios, pagos de luz y agua, así como venta de alcohol, entre muchos otros, los abarroteros han tenido que buscar la manera de diversificarse con pequeños cambios en su forma de vender.
Algunos han integrado terminales bancarias a sus pequeñas tiendas, con el propósito de ofrecer a los clientes por lo menos una opción de pago adicional; otros, han sumado variedad como venta de desayunos o carnicerías y tortillerías integradas.
Otros han mantenido su sistema de crédito –el famoso ‘fiado’–, que se basa en la confianza con sus clientes y que los distingue y da ventaja ante las cadenas comerciales, aún cuando su economía es complicada.
"Yo creo que los abarrotes subsistimos por la cuestión de los fiados, porque muchas veces el cliente no puede comprar en una tienda grande si le falta un peso, porque no les dan el producto; al contrario de nosotros, que les decimos que se lleven las cosas porque hay confianza y así sigue uno manteniendo su clientela", manifestó don Eduardo,
abarrotero.
A LA BAJA
La Cámara Nacional de Comercio Pequeño (Canacope) tiene un registro de 3 mil 600 afiliados en Sonora en los cascos urbanos y poblaciones rurales, mientras que el Inegi tiene un conteo de 12 mil 178 pequeños negocios en toda la entidad.
"Se ha notado que están cerrando abarrotes en números bastante alarmantes y muy rápido", afirmó Martín Zavala Zazueta, presidente de Canacope, "eso se debe a la competencia con las cadenas que están incontrolables en crecimiento; pudiera haber legislación para tratar de detener eso, pero no la hay".
Según la información que ofrecen las propias cadenas de autoservicio en sus portales de Internet Web, existen solamente en Hermosillo por lo menos 466 tiendas de las distintas empresas nacionales e internacionales, distribuidas a lo largo y ancho de la capital sonorense.
"Claro que sí afectan, pero así es el crecimiento y la necesidad muchas veces", agregó don Eduardo, "si los tuviera más cerquita no sé, quizás ya hubiera cerrado… ha sido un estira y afloja; aprendes a vivir con lo que va saliendo, lo que vas vendiendo".
PRODUCTO REGIONAL
Otra de las diferencias con las grandes empresas, destacó el señor Leonardo Aguirre, es la posibilidad de ofertar a sus clientes el producto regional, casero y de mejor calidad que los de origen industrializado.
"La mejor arma que nosotros tenemos es el crédito y que el producto es nuevo, que el blanquillo y el queso son regionales, por eso el changarro subsiste y va a subsistir", afirmó.
Consumir en los comercios locales es lo mejor que la ciudadanía puede hacer para apoyar la economía de la región, afirmó el presidente de Canacope, ya que el dinero no se va a otras ciudades que traen poco o nulo beneficio a Hermosillo y a Sonora.
"Toda esa derrama se queda en lo local y beneficia a muchos más hermosillenses que una cadena", agregó Zalazar, "esa es la herramienta que tenemos para hacer frente a esta economía tan volátil que tenemos, porque cualquier situación externa afecta de manera importante.
"Definitivamente no es lo mismo ir con ‘don Pancho’ en la esquina, que te conoce de toda la vida, que ir a una cadena que cambia de personal todos los días y no hay una relación de confianza; allí están los fuertes de los abarrotes sobre las grandes cadenas".
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